Sr. Director:

El día 24 los antiguos y queridos “plumillas” celebran la festividad de su patrón Francisco de Sales, el santo del amor divino e inventor del periodismo tal como hoy la conocemos. Son malos tiempos para conmemorar santidades y patrones, porque el laicismo reaccionario pretende reducir todo lo santo y lo sagrado a su propia nada intelectual y moral, cabalgatas de la Epifanía incluidas.

El periodista amante de la verdad y de la moral es más necesario que nunca, porque las tentaciones de la manipulación de la información y comunicación con los nuevos y poderosos medios digitales pueden transformar la verdad en mentira y la mentira en verdad, sin que apenas se perciban las diferencias abismales entre ambas.

San Francisco de Sales no es sólo un gran experto en la experiencia religioso-mística como se prueba por sus maravillosos escritos sobre “Introducción a la vida devota” o El tratado del amor de Dios, sino que es uno de los mejores escritores de la Lengua Francesa; está en la Real Academia Francesa de la Lengua como un modelo de perfección lingüística y literaria. Maestro en el arte epistolar escribió innumerables cartas a las personas más diversas, desde grandes políticos a humildes fieles. Vive en tiempos difíciles de intolerancia religiosa, las proclamas reformadoras de la conversión de los fieles a la religión de los reyes, como con aquella conversión del rey francés basada en el famoso dicho manipulado hoy hasta la saciedad para justificar todas las ambiciones políticas y chaqueteos oportunistas, como sucede hoy en España: “París bien vale una Misa”.

El que sea San Francisco de Sales, patrón de los periodistas, se basa en que fue el primero que se sirvió de las octavillas-pasquines, que él mismo escribía y distribuía entre sus fieles, diariamente, para mantenerlos informados de todos los acontecimientos que vivían en su diócesis de Ginebra, en donde la convivencia con los calvinistas con frecuencia presentaba dificultades. Cuarenta años después, aparecía el primer periódico del mundo, siguiendo el esquema básico de los pasquines de Francisco de Sales, La Gazetta” del Dr. Renaudot.

El papa Francisco, a quien le encantan los periodistas que informan con objetividad y verdad y no se dejan seducir por lo que llaman noticias falsas, que no llegan ni a la categoría de opiniones insustanciales, ha felicitado a los periodistas que investigan con la intención de llegar a la verdad en el escabroso asuntos los abusos de algunos clérigos desalmados, pero no hace lo mismo con los malos periodistas que utilizan los casos no para informar con verdad, si no para desprestigiar a la Iglesia católica.

Fidel García Martínez
Catedrático de Lengua y Literatura. Doctor en Filología Románica