Los incendios que están sufriendo demasiados lugares en España (ya van más de 400.000 hectáreas quemadas, según datos de Copermicus) están alimentando el cinismo ilimitado del Gobierno, que aún está a medio gas por las vacaciones. El penúltimo ejemplo se puede ver en algunas, pues mientras el ministro Fernando Grande-Marlaska habla de que los intencionados “no son un 80%”, sino “un tercio”, desde el Departamento de Sara Aagesen se habla de un 50%. ¿En qué quedamos?
En cualquier caso, lo más grave es que los incendios ya se han cobrado la vida de cinco personas (el último, J. M. P., un hombre de 48 años que fue encontrado en la cuneta y había trabajado con su tractor para proteger un pueblo, como informa el diario orensano La Región). Asimismo, las llamas han ocasionado múltiples heridos y decenas de miles de desalojados, han arrasado con viviendas, campos de cultivo, montes, instalaciones ganaderas y hasta pueblos enteros.
A pesar de que la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, insiste en culpar al cambio climático, lo cierto es que gran parte se deben al abandono del campo (sobre todo, por el ecologismo radical que impide limpiar montes y campos… y hasta multa por ello) y a la acción del ser humano. De hecho, la Policía Nacional y la Guardia Civil ya ha detenido a 40 personas desde el pasado 1 de junio por su presunta relación con los incendios y se investiga a otras 119.
Claro que en el tema de la intencionalidad, hay discrepancias no sólo con el PP, sino también dentro del Gobierno. El ministro del Interior afirma que “no son un 80% (como había referido el líder pepero, Alberto Núñez Feijóo), ni mucho menos, los incendios intencionados”. Asimismo, Marlaska explicó que en los incendios donde ya se conoce el origen, los intencionados “pueden ser un tercio”, otro tercio se debe a imprudencias y el tercio restante a causas naturales (por ejemplo, tormentas eléctricas). El titular de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que ha estado bastante desaparecido en todo el tema de los incendios, se ha apresurado a hablar de ayudas… y a respaldar las palabras de Marlaska, diciendo que se habla de “una cifra muy elevada” de incendios intencionados que no se corresponde con la realidad y a añadir que hay “mucha negligencia”.
Sin embargo, esos porcentajes distan mucho de los ofrecidos en un informe del Departamento de Aagesen, aunque ni ella misma los tiene mucho en cuenta e insiste en el manido tema del cambio climático… En concreto, se hablaba que más del 90% de los incendios forestales están relacionados con causas humanas y dentro de estos, un 50% son intencionados. Unas cifras muy similares a las que refirió Jorge Aguado, técnico de Bosques de la ONG ambientalista WWF España, en RTVE: “Tenemos un 95% de incendios que vienen directamente de causas humanas y parte de ese porcentaje, un 55%, son provocados. El resto se deben a negligencias y causas desconocidas”.
Entonces, ¿en qué quedamos? Una vez más, el Gobierno Sánchez apuesta por el cinismo y la confusión, como ahora se ve en las cifras citadas,... y eso que presumen de liderar la lucha contra los bulos y la desinformación. Este viernes, tanto Aagesen (que tampo está preocupada por la subida del precio de la energía) como Marlaska acompañarán a Pedro Sánchez a su tercera visita por los incendios, en concreto a Asturias, pero una vez más quedándose lejos de los vecinos afectados y movilizando el Falcon y los helicópteros Super Puma (viajes que resultan caros y contaminantes, por cierto) para trasladarse desde Lanzarote, donde aún está de vacaciones con su familia. En el entretanto se insiste en el gran pacto de Estado contra la emergencia climática, como hace tres años, cuando el gran incendio que afectó a la Sierra de la Culebra,… pero que a día de hoy sigue sin ser realidad.