Pontegadea ha dado a conocer sus resultados del ejercicio 2022 y se constata la acertada estrategia de diversificación que dirige José Arnau, su vicepresidente ejecutivo y hombre de confianza de Amancio Ortega y de su segunda esposa, Flora Pérez. Y es que ha elevando tanto el beneficio neto como los ingresos, superando ya en ambas magnitudes las cifras preCovid de 2019.

El vehículo inversor de Amancio Ortega tiene como principal activo la participación de 59,29% de Inditex, el líder mundial del textil que fundó el empresario leonés y que actualmente preside su tercera hija, Marta Ortega Pérez. Pero desde hace un tiempo se inició la diversificación y hoy también cuenta con otros activos, en especial en el sector energético y en el de infraestructuras, y es la gran inmobiliaria española al gestionar activos inmobiliarios residenciales y logísticos por valor de 18.156 millones de euros, frente a los 15.264 millones de valoración a 31 de diciembre de 2021 gracias a las nuevas adquisiciones.

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Tras un gran 2021, precisamente por dicha diversificación, en 2022 ha continuado con la misma estrategia. Así ha logrado un beneficio neto de 2.092 millones de euros, un 30% superior al de 2021 y por encima de los 1.778 millones obtenidos en el año preCovid (2019). Por su parte, los ingresos han crecido un 23%, pasando de 1.970 millones a 2.557 millones, y superando los 2.261 millones facturados en 2019. La partida de ingresos se ha compuesto de 1.775 millones en ingresos por dividendos de las sociedades participadas (1.719 millones de Inditex y 56 millones del resto), frente a los 1.323 millones que recibió en 2021; y otros 782 millones de los ingresos netos del negocio inmobiliario que tiene en nueve países, por encima de los 647 millones facturados un año antes.

Junto al 59,29% de Inditex, Pontegadea posee: el 5% de Enagás, compañía transportista de gas y gestora del sistema gasista español, y el 5% de su filial verde (Enagás Renovables) que compró en 2022; el 5% de Redeia, la empresa transportista de electricidad y operadora del sistema eléctrico español; el 30% de Telxius, filial de infraestructuras de telecomunicaciones de Telefónica; el 12% de REN, el operador de redes eléctricas portuguesas; y también participaciones en algunos activos renovables (el 49% del parque eólico Delta y el 49% del parque fotovoltaico Kappa, ambos están controlados por Repsol y el último se sumó al portfolio en 2022). Además, fue contactada por Iberdrola para la puja por el 49% de una cartera de activos renovables en España. 

La partida de ingresos se compone de 1.775 millones en ingresos por dividendos de las sociedades participadas (1.719 millones de Inditex y 56 millones del resto), frente a los 1.323 millones que recibió en 2021; y otros 782 millones de los ingresos netos del negocio inmobiliario, por encima de los 647 millones facturados un año antes

Pontegadea cerró el año pasado con una posición financiera positiva de 91 millones, dada la diferencia entre un saldo en tesorería y equivalentes de 1.264 millones y una deuda financiera de 1.173 millones. Asimismo, continúa materializando su compromiso con la sociedad a través de la financiación de los programas desarrollados por la Fundación Amancio Ortega, que preside quien le da nombre y tiene como vicepresidenta primera a Flora Pérez y como vicepresidente segundo a José Arnau. En 2022, dicha fundación asumió compromisos por 338 millones para financiar proyectos (protonterapia, centros de atención a personas mayores, apoyo a la oncología pública y becas de Bachillerato en el extranjero, entre ellos).

Respecto al tema inmobiliario, hace unos meses, la socimi Merlin Properties estimó un pinchazo en los precios de los activos inmobiliarios, y Pontegadea podía ser uno de los beneficiados. El CEO de dicho vehículo inversor, Roberto Cibeira, dejó abierta la puerta a comprar participaciones de otras Socimis. Sin embargo, hasta ahora esto no ha sucedido, sino que se ha optado por seguir comprando activos inmobiliarios, tanto residenciales como logísticos, y de hecho, las naves logísticas son la última apuesta de Arnau, quien siempre se ha caracterizado por ser muy restrictivo con las inversiones.