Junts, otro partido caradura: se abstiene en la enmienda del PP y no apoya la nuclear, pese a que aporta el 60% de la electricidad de Cataluña

Junts se puede considerar otro partido con demasiada caradura. Y es que a pesar de que presume de que ha roto con Pedro Sánchez y se lo pondrá difícil con su bloqueo en lo que queda de legislatura, este jueves, en el Congreso, se ha abstenido en la votación de la enmienda del PP relacionada con las nucleares. Por tanto, no apoya una energía que aporta, nada más y nada menos, que el 60% de la electricidad de Cataluña y lo hace a través de las centrales nucleares de Ascó y Vandellós II.

Recuerden que se trata de una enmienda a la Ley de Movilidad Sostenible que el PP aprobó el pasado 5 de noviembre en el Senado y que recogía la modificación de las órdenes ministeriales que impiden que las propietarias pidan una nueva renovación de sus licencias. Dicha orden existe en el caso de Almaraz, a la que se concedió una última licencia por cese definitivo. La enmienda quería volver al proceso habitual, por el que las propietarias solicitan la renovación de licencia al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que envía un informe al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que es el que toma la decisión final.

Desde el Departamento que dirige la vicepresidenta tercera, Sara Aagesen, se ha celebrado que la citada enmienda haya sido rechazada con 172 votos y la abstención de los siete diputados de Junts, frente a 171 votos a favor (PP, Vox y UPN), pues consideraban que era “extravagante” y que “sólo introducía ruido e incertidumbre”. Y con cierta caradura, se ha insistido en que, pese al resultado de la votación de dicha enmienda, la propia seguridad nuclear “estaba garantizada en todo caso”. Sin embargo, no olviden que nadie había puesto en duda dicho aspecto… y que la propia Aagesen aludió al mismo cuando presumió de que Iberdrola, Endesa y Naturgy habían renunciado a la rebaja fiscal de la nuclear en su solicitud para extender la vida útil de Almaraz hasta 2030. Ahora el siguiente paso será ver qué dice el informe del CSN, pero desde el Ministerio se subraya que “no va a imponer un plazo al CSN, ya que la seguridad nuclear es lo más importante”.

A la vista de todo esto, tanto el Gobierno como sus socios (incluido Junts, aunque presuma de haber roto las relaciones) siguen obviando las voces que piden no cerrar las centrales nucleares españolas y evitar cometer el mismo error que Alemania (que ha disparado el uso del gas y del carbón, elevando sus emisiones de CO₂ y el precio de su electricidad). Así se ha podido ver estos días en el II Observatorio de la Energía de El Español, donde Mario Ruiz-Tagle, CEO de Iberdrola España, insistió en que “no es el momento de cerrar las nucleares” y el vicesecretario de Economía del PP, Alberto Nadal, defendió que el mix energético ideal es uno “de base nuclear”, apoyado por renovables y ciclos combinados de gas.

Este jueves, una hora antes de la votación de la famosa enmienda en el Congreso, Ignacio Araluce, presidente de Foro Nuclear (asociación que agrupa a la industria nuclear española) ha insistido en que “lo más sensato es que continúen las nucleares”, en especial en la Comunidad Valenciana y Cataluña, donde aportan el 45% y el 60% de su electricidad, respectivamente. Asimismo, ha referido que mantener las centrales sería un acto de prudencia y más mientras no tengamos el almacenamiento que se preveía ni haya más desarrollo de la red. “No está mal tener cinturón y tirantes” para asegurar el suministro eléctrico… y más tras el apagón del pasado 28 de abril.

Por su parte, Alberto Martín, socio responsable de Energía y Suministros de PwC España, ha señalado que “lo más normal es replantearse” el cierre de las nucleares. También ha añadido que en el resto del mundo se están dando licencias de operación a 60 y 80 años, y que “el BOE no es una ley escrita en piedra que no pueda cambiar, sino que se puede adaptar”.

La consejera de Desarrollo Sostenible de la Junta de Extremadura, Mercedes Morán, ha destacado que su región “no sólo aporta recursos naturales, sino también soluciones estratégicas a la hora de garantizar el suministro energético en un contexto de incertidumbre y de transición hacia un modelo más sostenible”, al contar con “una cuota notable de la capacidad solar instalada” en España y con la central nuclear de Almaraz. De hecho, Morán ha insistido en defender que es un elemento indispensable para la estabilidad energética regional y nacional, y que “no hay razones técnicas ni económicas para continuar con su cierre”.

En relación a la central extremeña, Araluce ha subrayado que Almaraz “está guapísima, reluciente, funciona de maravilla, ha sido clasificada como excelente (está en el nivel 1 de WANO) y está preparadísima para funcionar muchos más años”. Y hace unos días, José Bogas, CEO de Endesa, subrayó que Almaraz es clave ante la necesidad de energía síncrona en el suroeste de España, sobre todo tras el apagón del pasado 28 de abril.

A la vista de la votación de la famosa enmienda sobre las nucleares, parece que Junts y ERC han votado más por tacticismo político que por responsabilidad, como se preguntaba Alfredo García (más conocido en la red social X como Operador Nuclear), que es ayudante de jefe de turno en la central nuclear de Ascó, tiene licencia de operador de reactor y supervisor, y también es ingeniero de Telecomunicaciones, licenciado en Comunicación Audiovisual, divulgador científico y escritor. 

De hecho, tras conocerse el resultado de la votación, Alfredo García ha señalado que Junts y ERC han traicionado a los catalanes: uno por su abstención y otro por su voto en contra. 

Claro que Junts se ha abstenido en la enmienda relacionada con las nucleares, pero también ha aprobado la que exige a Renfe la vuelta de las indemnizaciones por retrasos en AVE de 15 y 30 minutos y ha rechazado la congelación de tasas aeroportuarias de AENA.