El de los dos guardias civiles en prácticas agredidos en Peñíscola (Castellón) por un grupo de diez personas -cinco marroquíes- es un caso aislado más que se suma a la lista de otros que se están registrando en los últimos meses en España

Según La Razón, el pasado fin de semana dos guardias civiles en prácticas fueron “acorralados” cuando se encontraban fuera de servicio, tomando algo en la discoteca Ébano de Peñíscola, después de haber sido reconocidos como miembros del Cuerpo.

Guardia civil

En el interior de la discoteca, un grupo de cinco personas, de varias nacionalidades, predominantemente marroquíes, siendo conocidos delincuentes habituales de la zona, reconocieron a los guardias civiles y comenzaron a acosarles en el interior del local. “Os esperamos fuera”, fue la amenaza. Ante esto, los agentes decidieron no salir de la discoteca y esperar al cierre del mismo con la confianza de que se hubieran marchado, pero les estaban esperando. Fue entonces, al cierre del local cuando salieron y al grito de “¡aquí mandamos los árabes!”, recalcando que la Guardia Civil ahí no pintaba nada, comenzaron a agredir a los agentes.

Tal como publica el mismo diario, fueron hasta diez los detenidos como participantes de la agresión. Entre los agresores destacaba un dominicano, converso al islam, y federado en boxeo, que no solo se dedicó a proferir a los agentes numerosos golpes sino que arengó al resto para que se sumaran a la paliza.

Destaca La Razón que ese no es el único incidente vivido en la Comunidad Valenciana, en menos de siete días, contra guardias civiles.

El viernes, un grupo de Menas -menores extranjeros no acompañados- fueron detenidos por la Guardia Civil, siendo éstos, además, viejos conocidos por los agentes por sus continuas fechorías. En concreto, ese día recibieron un nuevo aviso: habían secuestrado a una joven a punta de navaja y se la habían llevado por los cajeros para atracarla.

Una vez que fueron detenidos y pasaron a disposición judicial, el juez ordenó que uno de los Mena fuera trasladado al Centro de Menores de Vinaroz (Comunidad Valenciana). Fue entonces, cuando se procedió al ingreso de este menor extranjero no acompañado cuando comenzó a autolesionarse con un cuchillo parecido a los que se usan para la mantequilla. Cuando los agentes intentaron reducirle, el menor lesionó a una guardia provocándole un corte en un dedo de la mano. Después, fue contra el otro agente a quien le clavó el cuchillo en el muslo de la pierna, aunque este no llegó a traspasar la carne al ser de punta roma.

Ante tales situaciones las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se sienten “vendidos”. Y es que, los intentos del Gobierno por reformar la Ley 4/2015 de Seguridad Ciudadana no sólo provoca una “inseguridad jurídica” sino que está generando una preocupante pérdida de respeto hacia los agentes que cada día se enfrentan a agresiones y amenazas en el desempeño de su trabajo.

CAMBIOS LEY SEGURIDAD