A pesar de lo explícito del vídeo de Mynerva, la directora de ARCO afirma que no volvería a haber una censura a piezas, como en 2018: "Eso fue un momento malo, pero de estos momentos salen aprendizajes y esto es algo que solo ha pasado una vez", apuntó
ARCO ha abierto su edición de 2022 con un vídeo documental sobre la operación de vagina de la artista Winnie Mynerva. La obra 'Cerrar para abrir' es una exhibición de coloridas esculturas de plexiglás, acompañada de un vídeo documental de la cirugía que tuvo que realizarse la propia artista para "cerrar" su vagina y así crear su identidad no binaria.
"Mi trabajo tiene que ver con cómo me represento mediante la carne, lo real, y aunque aparente ser femenina no me siento representada con la figura de mujer que entiende esta sociedad: alguien vulnerable, blanco de ataques, un objeto procreador y de uso. Cuando conocí lo no binario entendí que podía abandonar la feminidad por un espacio de creación de mi propia identidad donde yo puedo mutar", explicaba la artista en una entrevista al diario El Mundo.
Mynerva insiste en que su obra 'Cerrar para abrir' no es una provocación, sino un giro de tuerca al género y sexo. La obra se suma a una edición con una potente carga política expresada de una manera mucho más discreta que la obra.
'Cerrar para abrir' es la nueva obra de Mynerva, con esta expresión, expresa el abandono a su feminidad para luchar por su "libertad". "La gente te ve como una mujer-vagina, siempre sexualmente dispuesta. No me siento identificada con ella, no la uso para tener sexo".
Mynerva sigue la estala de otros artistas presentes en la feria de arte, como Eugenio Merino, quien presentó en 2012 'Franco en la nevera', un muñeco hiperrealista que representaba al general Franco dentro de una nevera de Coca-Cola. Se vendió a un coleccionista belga por 30.000 euros y le costó al autor una demanda de la Fundación Francisco Franco por ultraje a la memoria del dictador, que fue desestimada. En 2010, Merino ya había exasperado a los religiosos con Stairway to Heaven, con un cura, un rabino y un imam uno encima de otro como castellers.
Y en 2018, por primera vez en la historia de Arco, su comité ejecutivo mandó descolgar una obra: Presos políticos en la España contemporánea, de Santiago Sierra. Apareció enseguida un comprador, el empresario catalán Tatxo Benet, que la adquirió por 80.000 euros. Actualmente forma parte de la colección del Museo del Arte Prohibido, que abrirá sus puertas esta primavera en la Casa Garriga Nogués, en Barcelona.
Volviendo a la obra de Mynerva, la directora de ARCO, Maribel López, ha respondido al hecho de que el vídeo de la artista -dada su explicitud al exponer su operación de vagina- pudiera llevar un 'aviso' "para que nadie se sienta incómodo". López, en el habitual encuentro con prensa de la apertura de la Feria, explicó que aún no había visto la pieza y está opción todavía no se había puesto sobre la mesa. En cualquier caso, afirmó además que este 'disclaimer' no sería algo excepcional en la feria, puesto que ya se hace con algunas obras como aquellas que tienen una elevada potencia lumínica, y "sería muy diferente" a un tipo de censura con la pieza.
Previamente, la directora de ARCO ya anunciaba que no volvería a haber una censura a piezas, como ocurrió en la edición de la precitada obra 'Presos políticos', de Santiago Sierra. "Eso fue un momento malo, pero de estos momentos salen aprendizajes y esto es algo que solo ha pasado una vez", apuntó.
Y como siempre, siguiendo la actualidad, los internautas, que en este caso comparten su visión del arte exhibido en ARCO: