Según publica El País, El Ministerio de Educación va a regular por primera vez la forma de aprender en la escuela del primer ciclo de Educación Infantil, que abarca a los niños de cero a tres años, dándole un enfoque claramente educativo. ¿Y cómo se consigue ese enfoque claramente educativo según el Gobierno sociopodemita de Pedro Sánchez? Pues, -atención, no se me pierdan-  educando en los terrenos de la “gestión emocional”, el movimiento, la comunicación, el lenguaje, “las pautas elementales de convivencia y relación social” y el “descubrimiento del entorno” y de los “seres vivos que en él conviven”, y contribuyendo a que adquieran “autonomía personal y elaboren una imagen de sí mismos positiva, equilibrada e igualitaria, libre de estereotipos sexistas o discriminatorios”.

La duda es cómo conseguir que un bebé de 0, 1, 2 o 3 años tenga una visión libre de estereotipos sexistas o discriminatorios. Pero seguro que ya está previsto entre los expertos en materia educativa de PSOE-Podemos. Aunque ahora ya no cuenten con Celáa, algo se les ocurrirá.

El nuevo decretode currículo de la etapa -que empezará a aplicarse en septiembre del año que viene-, durante el curso 2022-2023.  subraya que los métodos de trabajo en la etapa deberán basarse en “experiencias de aprendizaje emocionalmente positivas” y en el juego, aplicados en un ambiente “de afecto y confianza para potenciar su autoestima e integración social y el establecimiento de un apego seguro”, asegurando “desde el primer contacto una transición positiva desde el entorno familiar al escolar”.

Los contenidos de infantil se organizarán en tres áreas (el equivalente, salvando las distancias, a lo que en etapas educativas posteriores son las materias). Las áreas se llamarán: “Crecer en armonía”, “Descubrir, disfrutar y explorar el entorno” y “Comunicar y representar la realidad”.