Para la asignatura de Religión católica todo son trabas. En su día, les contamos en Hispanidad que Religión sería evaluable pero no computaría para acceder a la universidad ni para pedir becas. Ya entonces la patronal Escuelas Católicas explicaba: "En la Lomce aparecía en el listado de asignaturas a elegir. Y en la Lomloe no aparece, por lo que puede suponer una carga para los alumnos que la elijan. Supondría una ampliación de horario y una asignatura más para estudiar.

Pues bien, ahora los obispos alertan, según recoge ABC, de una «posible discriminación ilegal» de los alumnos que eligen Religión católica. 

La Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura ha hecho pública una nota en la que hace una valoración de todo el proceso de implantación de la asignatura de Religión católica, tras los cambios motivados por la 'ley Celaá', en la que lamenta que se mantengan una situación «que no es del todo satisfactoria». También alertan de «una posible discriminación ilegal de los alumnos y alumnas que eligen el área/materia de Religión», al ser penalizados frente a sus compañeros que optan por lo cursarla. 

En ese sentido, la comisión para la Educación del Episcopado manifiesta su «preocupación» por la etapa de Bachillerato en aquellas comunidades autónomas «en las que se penaliza al alumnado que elige la materia de Religión», al no proponer una alternativa para los optan por no cursarla. Así, los alumnos de Religión ven «incrementada su carga lectiva semanal», por lo que podrían encontrarse «en condiciones de discriminación».

Se lo explicamos en Hispanidad, con la Lomloe, aquellos alumnos que no elijan estudiar Religión no tendrán una hora perdida en el horario escolar, como ha venido ocurriendo en la práctica con la puesta en marcha con anteriores leyes educativas socialistas, ni se podrán ir a casa, recoge La Razón.

El Ministerio de Educación y FP detalla expresamente, por primera vez, en comparación con la LOE, qué tendrán que hacer esos alumnos que no elijan estudiar la materia. «Tendrán la debida atención educativa» y los centros tendrán que hacer actividades que se centren en reforzar la autoestima del alumno, la autonomía, la reflexión y la responsabilidad. «La atención se programará y planificará por los centros de modo que se dirijan al desarrollo de las competencias transversales a través de la realización de proyectos significativos y relevantes y de la resolución colaborativa de problemas reforzando la autoestima, la reflexión, y la responsabilidad», dice la disposición adicional primera del borrador del Real Decreto de Primaria y ESO.

Más de lo mismo, desde el inicio de la Lomloe cuando la entonces ministra de Educación Isabel Celaá se quitó la careta y mostró que el objetivo del Gobierno Sánchez es cargarse la enseñanza de la religión en las escuelas y, ya de paso, la enseñanza concertada.