La muy progre CNN despide a 3 trabajadores por no estar vacunados
La muy, muy progre CNN despide a 3 trabajadores por no estar vacunados
No acabo de verlo claro: ¿qué fue antes la pandemia o la vacuna? Lo cierto es que las vacunas se ha convertido en la pieza clave de la dictadura sanitaria y del negocio del Covid.
Vamos con las cifras, que se guían por el mismo motor: inocular miedo y más miedo. Cuando interesa, se difunden las cifras de contagios, si éstas van bien, las de hospitalizaciones; si no, las de muertos. Estas últimas, cada vez menos porque uno de los secretos ocultos por los chicos de la ‘plandemia’, consiste en no decir que el virus fue verdaderamente letal durante la primera oleada, en marzo, abril y mayo de 2020, no así desde entonces.
Miedo y más miedo. Cuando interesa, se difunden las cifras de contagios, si van bien, las de hospitalizaciones; si no, las de muertos. Estas últimas, cada vez menos
Es igual: se trata de mantener la imagen eterna de que todo va mal y de que va a ir a peor. Así que ponte las cadenas. Bueno, el bozal. Una sociedad temerosa es una sociedad pusilánime y doblegada a los dictados del poder.
El coronavirus se está convirtiendo en el método más eficaz para reducir la población mundial. Sobre todo la población pobre, que no hace más que pedir.
El coronavirus se está convirtiendo en el método más eficaz para reducir la población mundial. Sobre todo la población pobre, que no hace más que pedir
Hacia la vacuna mensual. Moderna, cuyos resultados hablan por sí solos, se apunta a ganar más dinero con la tercera dosis. Con la cuarta, ni les cuento.
Y lo más curioso es que los medios españoles lo están contando como si la multinacional norteamericana se estuviera preocupando por nuestra salud, en lugar de por su cuenta de resultados. Que sí, que Moderna está de acuerdo en la necesidad de una tercera vacuna. Insisto: hacia la vacuna semanal… y los laboratorios a forrarse.
Hacia la vacuna mensual. Moderna, presumida, se punta a ganar más dinero con la tercera dosis. Con la cuarta, ni les cuento
La tiranía sanitaria se apoya, cómo no, en el concepto de salud pública hasta unos extremos ciertamente estúpidos. Por ejemplo, no permitir que las clínicas privadas vacunen, su aportación permitiría que el proceso de vacunación fuera mucho más rápido… que se supone que es lo que desea Carolina Darias, la señora ministra de Sanidad.
Pues miren ustedes: la salud pública,como el dinero público, no existe. Lo que existe es la salud privada, la de cada persona, que puede cuidarse con dinero público, mucho más derrochón o privado, mucho más eficaz.
La salud pública como el dinero público, no existe
De postre, vean lo que contaba años atrás Iñaki Gabilondo acerca de otra epidemia, en el vídeo adjunto. Hoy le llamarían conspiranoide. En aquel entonces, la OMS y los grandes laboratorios farmacéuticos ya habían creado “el negocio del miedo”. Con el Covid 19 les ha costado menos: su terror cae en terreno abonado.