La vicepresidenta recuerda con terror el pasado mes de diciembre cuando los comentarios catastrofistas sobre la ruptura de España arreciaban en los medios de comunicación. Por eso ha pedido a todos responsabilidad. Después en privado ha sido más explícita. No me montéis un número, porque España ni se rompe ni está en juego. Según De la Vega, a pesar de que el Estatut no ha sido su propuesta, alaba que tenga vocación constitucional, cosa que no percibe en el plan Ibarrtexte.

Por eso considera que no hay motivos para tomar decisiones drásticas como propone el Sr. Acebes, que había sugerido que el estatuto catalán se tramitara como si se tratara de una reforma constitucional. Da la impresión de que el sr. Acebes tiene desconocimiento de las funciones institucionales y de los usos y costumbres. O sea, que se tramitará con normalidad· democrática, según los cauces democráticos legales para abordar las propuestas que están encima de la mesa. Una postura compartida por el ministro del Interior, José Antonio Alonso, que considera que el PP debería desdramatizar.