Resumen de tertulias y entrevistas en radio y TV (01/04/2019)

En Antena 3, Iván Espinosa de los Monteros se refería a la violencia contra el acto de Vox en Barcelona de este fin de semana: “Ada Colau es responsable, en gran medida, de lo que pasó, es responsable de la violencia". "Quería haber ido con mis hijos al acto y no pude porque había cierto riesgo".

En la SER, Pepa Bueno destacaba: “Este fin de semana ha sido la manifestación masiva de la España rural, antes fue el viernes ecologista, y aún antes, el 8 de marzo de la igualdad. La sociedad civil toma claramente la delantera señalándole los problemas a la clase política, esperando que se interpreten sus demandas.

No está mal que los cambios lleguen de abajo arriba, siempre que arriba, los dirigentes, escuchen de verdad y pongan sobre la mesa proyectos de largo plazo más allá del carrusel de ofertas de última hora al calor de la penúltima manifestación y porque tenemos elecciones por delante.

La España que no copa titulares de prensa se hizo oír ayer. Con claridad y corrección, con argumentos y paciencia. Harta de que España parezca solo la suma de Madrid, Cataluña y toda la costa rica, en el Mediterráneo o la cornisa cantábrica. Lo que con ligereza e insensibilidad llamamos a veces el resto de España demostró ayer que no tiene nada que ver con los tópicos, ni con lo ultra, ni lo añejo. Ayer se pedía educación y sanidad, atención a los mayores, transporte, internet rápido, futuro para los hijos, dignidad para sus campos y respeto para su forma de vida.

Y que el interés, de todos, políticos y medios de comunicación, llegue mas allá de las elecciones”.

En Onda Cero, Fernando Ónega decía: “Igual que Torra es el pueblo, yo puedo decir que soy la España vaciada. También yo abandoné mi aldea, a la que vi pasar de la Edad Media a Internet.

Y cuando voy a cultivar la morriña, siempre hay alguien que me dice que mueren más paisanos que nacen y los que nacen, nacen con un chip que les invita a marcharse. ¿Tan difícil es fijar la población?, me preguntas. Y yo te respondo que no debiera serlo, siempre que se rompa el círculo vicioso del destierro: la gente se marcha por falta de incentivos y los incentivos no llegan porque la gente se marcha.

Ahora ha llegado el momento de la revuelta, el momento del hasta aquí hemos llegado. Veo tal coincidencia entre los ciudadanos que reclaman y los políticos que prometen, que digo: ahora sí, ahora hay el clima de solución. Pueblo y clase política están diciendo lo mismo, esto se tiene que resolver.

Pero hay otra coincidencia que fomenta toda sospecha: ese clamor, esa sociedad civil que sale a la calle coincide con la busca política del disputado voto del señor Cayo, porque la victoria electoral se decide en la España despoblada y abandonada. Nunca hubo más España rural que agoniza ni tanto acercamiento a sus pueblos para conquistar su voto.

Y no sé distinguir, pobre analista, dónde está la triquiñuela para conseguir un escaño barato, barato, y dónde el auténtico compromiso de socorro. De momento se ha conseguido crear inquietud. Para creer en las soluciones, habrá que dejar pasar el teatro electoral”.

En Onda Cero, Carlos Alsina destacaba: “Cien escaños están en juego en las provincias de menor población. Son las que menos diputados aportan por cada circunscripción y por eso también son, a mayor diversidad de oferta, las más peleadas. Soria tiene dos escaños. Cuenca, tres. Como Ávila. En Teruel son tres. Como en Huesca. Tacita a tacita, sale casi un tercio del Congreso de los Diputados. Por eso cuando llegan las elecciones, se ve a un presidente de gobierno visitando explotaciones ganaderas, a un líder de Ciudadanos retratándose en un prado o a un aspirante del PP subiéndose al tractor. El ministro Cañete lo hizo en la campaña de 2014 para hacerse la foto. Pablo Casado ha ido más allá porque él se declara de pueblo y sabe conducirlo. Así que ayer le grabaron un vídeo el que se le ve muy suelto: se sube al tractor, lo arranca y acelera. En el vídeo no se ve a dónde fue con el tractor ni cuándo se bajó, de modo que es posible que a esta hora siga estando allí. Disfrutando de la España del campo”.

En la COPE, Santi González comentaba: “Ayer los de los pueblos, la España vaciada, se dieron cita en la capital. Unas 50.000 personas se dieron cita para dar cuenta  de una realidad sociológica ignorada. “No llenamos el Camp Nou, pero podemos decidir el Gobierno”, dicen en la portada de La Razón, con un dato: representan el 20 % del censo electoral. Lástima que en ese porcentaje no esté el señor D’Hont.

Los pueblos de la España interior carecen de servicios, de sucursales bancarias, de banda ancha de internet. Por sus calles no corretean niños y no hay escuelas donde podrían educarse. Ayer entre los manifestantes menudeaban los dirigentes de nuestra clase política: 5 ministros del PSOE, exministros y primeras figuras del resto de partidos. Tenía razón ayer Albert Rivera al reclamar un pacto de Estado para hacer frente a este problema, pero es difícil que se consiga, habida cuenta de que ni siquiera es posible tal prodigio para defender la propia existencia de España. No se acaba de ver que se pongan de acuerdo para defender la España interior, a la que hemos tenido olvidada durante los últimos 40 años”.

En la COPE, Francisco Rosell apuntaba: “Estamos ante las elecciones recuperando el viejo libro de Miguel Delibes, el voto del señor Cayo el que se va buscando porque tener en esa manifestación a todos los partidos frente a los cuales se manifestaba la gente denunciando esa España vaciada no tiene mucho sentido. Incluso vimos ayer al ministro de Agricultura defender la caza, cosa que debía explicar a su compañera de gabinete, la ministra de Renovación tecnológica”. 

Tonia Etxarri destacaba: “Los manifestantes supieron valorar el mejor momento para captar la atención política de sus reivindicaciones, que es el electoral, y efectivamente en ese sentido tuvieron un éxito que no han tenido en otras ocasiones porque en otras ocasiones ha habido también pequeñas manifestaciones en ese sentido. Creo que la España olvidada, la que en tiempos de bipartidismo importaba poco a los políticos, porque daban por hecho que entre los dos partidos repartían los escaños en juego, ahora sí, ahora sí que merecen su atención, ahora hay cinco partidos en liza y 99 escaños que valen su peso en oro”. “Y ya veremos si luego hacen lo que prometen”.

Ignacio Camacho señalaba: “Me parece que los habitantes de esa España vaciada o rural se tienen que dar prisa porque al voto del señor Cayo le quieren quitar el valor de sus diputados, el peso. Esta puede ser la última oportunidad que tengan esos ciudadanos de hacer valer su peso en un Parlamento con alrededor de un centenar de escaños. Porque las propuestas de reforma de la ley electoral están sobre la mesa” y “pasan por reducir los diputados de estas circunscripciones, que es verdad que cuestan menos votos que un diputado en una provincia grande porque precisamente se trataba de hacer una discriminación positiva de estos territorios”. “De lo que estamos hablando es de la igualdad entre los ciudadanos españoles”.

En la SER, José María Izquierdo afirmaba: “Quiere la derecha –o las tres derechas, una y trina- que de cara a las elecciones del 28A, las orejeras nos tapen el mundo entero menos un mínimo resquicio que nos enfoque a Cataluña. Nada existe a nuestro alrededor, ni capitalismo feroz, ni subcontrataciones vergonzosas, ni descomunales desigualdades, ni discriminaciones por raza o sexo, y ni tan siquiera, aunque llenen algunas calles en Madrid, la España vacía y la demasiado llena. Pero ustedes, que son sabios, no se van a dejar engañar, y van a tener la inteligencia para desprenderse de esa venda que les quieren imponer, y al tiempo que valorarán la situación en Cataluña, grave, por supuesto, tendrán la suficiente capacidad para entender que hay, además, otros asuntos de vital importancia para los 46 millones de españoles. Porque conviene saber, por ejemplo, qué piensa hacer el trío de Colón con las pensiones. O con la temporalidad de los contratos. O con el aborto. No oigan solo los mítines, escarben un poco y lean qué decían los responsables de esos partidos cuando aún no estaban en campaña”.