Ser voluntario no es algo sencillo, pero sí una actividad muy gratificante y que merece la pena, que se hace de forma altruista y que no tiene edad de participar
Cada 5 de diciembre se celebra el Día Internacional del Voluntariado desde que lo decretara la Asamblea de Naciones Unidas el 17 de diciembre de 1985. El año pasado, el lema fue “Con voluntariado, unidos somos más fuertes”, destacando que los voluntarios habían estado en primera línea de respuesta ante la pandemia del Covid-19 desde el campo sanitario, comunitario y social, y reconociendo su labor.
En nuestro país, hace dos meses, los voluntarios también cobraron gran protagonismo especial tras la erupción del volcán de La Palma, junto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la Unidad Militar de Emergencias y multitud de expertos. Y en estos días ya se está anunciando la Gran Recogida de Alimentos que celebrará su novena edición del 19 al 25 de noviembre. Son dos muestras del importante voluntariado que hay en España, pero afortunadamente no son las únicas.
Un voluntario es una persona que ofrece capacidades y tiempo para ayudar a los menos favorecidos o realiza una actividad social que contribuye al desarrollo o busca mejorar determinadas situaciones
Se trata de tender una mano a quien lo necesita para hacer del mundo un lugar mejor. Un voluntario es una persona que ofrece capacidades y tiempo para ayudar a los menos favorecidos o realiza una actividad social que contribuye al desarrollo o busca mejorar determinadas situaciones.
Al consultar el diccionario de la Real Academia Española (RAE), se puede ver que voluntariado se define como un conjunto de personas que se ofrecen voluntarias para realizar algo. Es tarea de todos (gobiernos y administraciones públicas, empresas, organizaciones sin ánimo de lucro y sociedad civil) que el voluntariado se mantenga y siga creciendo. En concreto, si se le añade el adjetivo corporativo, engloba actividades que promueve y apoya una empresa para involucrar y hacer partícipes a sus empleados en proyectos y organizaciones sin ánimo de lucro, donde estos dedican tiempo, capacidades y talento al servicio de distintas causas en beneficio de los demás. En los últimos años, el voluntariado corporativo ha aumentado, pues se enmarca dentro del ámbito de la responsabilidad social de las compañías, al cual cada vez se presta más atención y supone su forma de contribuir a mejorar la sociedad, reflejando su compromiso social y aportando un valor añadido a su marca y un crecimiento personal y profesional a sus empleados.
La Plataforma del Voluntariado de España (PVE) ha lanzado la campaña #LlenandoVacíos, considerando que hacer voluntariado es llenar vacíos
También está la Plataforma del Voluntariado de España (PVE), una organización que coordina la promoción y difusión del voluntariado y la acción solidaria a nivel estatal, que desarrollan 2,5 millones de personas. Se creó en 1986 y está integrada por diversas organizaciones y plataformas: Cruz Roja Española, Cáritas, Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Red de Atención a las Adicciones (UNAD), Asociación Española contra el Cáncer (AECC), y Aldeas Infantiles, entre otras. Además, también trabajan por impulsar la sensibilización de la ciudadanía. Recientemente, la PVE ha lanzado la campaña #LlenandoVacíos, considerando que hacer voluntariado es llenar vacíos, por ejemplo el vacío interior que provoca la inquietud por construir un mundo mejor y los vacíos de las personas necesitadas. Con esta campaña promociona la app Voluncloud, con la que se pueden ver en el móvil las necesidades de voluntariado que hay alrededor y elegir causas con las que colaborar.
Ser voluntario no es algo sencillo, pero sí una actividad muy gratificante y que merece la pena, que se hace de forma altruista y que no tiene edad de participar. “El voluntariado y la participación social son una prioridad en mi vida”, afirma, por ejemplo, Aída Vázquez, una joven asturiana que trabaja como integradora social en un centro de adicciones de ‘Amigos contra la droga’ y ha hecho diversos voluntariados: clases de apoyo para adolescentes y de castellano para mujeres migrantes, en banco de alimentos, con Cruz Roja en la atención de personas sin hogar, con la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp) para combatir la trata de personas, fundó la asociación socioeducativa Sociart, entre otros, destaca El Periódico del Voluntariado que elabora la PVE. Esta voluntaria considera que “se necesita la colaboración de los voluntarios para que las ONG puedan desarrollar sus programas, pero el Tercer Sector debería contar con más apoyos y financiación, gracias a las ONG se evitan muchas problemáticas, pero se debería invertir más en prevención”.
“Voluntariado significa compartir tu tiempo, tu vida y tu aprendizaje”, señala Guadalupe Ordóñez, voluntaria en Fundación Esplai desde hace más de diez años. En concreto, es voluntaria digital y comparte sus conocimientos mayoritariamente con dos grupos de exclusión social -personas mayores y personas con discapacidad-, y acaba de ser premiada por su compromiso contra las brechas digitales en el ámbito rural, en concreto en el municipio de Mos (Pontevedra). Claro que también dedica tiempo a personas desempleadas mediante talleres para mejorar su empleabilidad y a niños fomentando sus habilidades tecnológicas. Además, anima a los que se están planteando hacer voluntariado: “si quiere comprometerse como persona y estar satisfecha de verdad consigo misma, eso lo da aportar tu granito de arena sin que nadie te obligue. Te va a repercutir de una forma tan inmensamente hacia adentro que no te lo imaginas. Pruébalo y verás como repetirás”, ha destacado en El Periódico del Voluntariado.
Recientemente, el Cuerpo Europeo de Solidaridad, un programa financiado por la Unión Europea que nació en octubre de 2018 y se destina a jóvenes que quieran participar en actividades de solidaridad, acaba de lanzar una convocatoria de propuestas por más de 138 millones de euros para actividades de voluntariado en 2022. El presupuesto total del programa del Cuerpo Europeo de Solidaridad para el periodo 2021.2027 asciende a 1.000 millones y permitirá que al menos 270.000 jóvenes participen en actividades solidarias.
“La solidaridad es un valor fundamental dentro de nuestra Unión y también para con nuestros socios en todo el mundo”, destaca Margaritis Schinas
“La solidaridad es un valor fundamental dentro de nuestra Unión y también para con nuestros socios en todo el mundo. El Cuerpo Europeo de Solidaridad involucra a la generación más joven en proyectos de voluntariado. Esta experiencia formativa ofrece a los jóvenes la posibilidad de ayudar a las comunidades y dejar su huella”, ha explicado el vicepresidente para la Promoción de nuestro Modo de Vida Europeo, Margaritis Schinas. “Estoy muy orgulloso de que el programa evolucione y, por primera vez, dé cabida a operaciones de ayuda humanitaria. La juventud tiene el poder de cambiar el mundo, y la Comisión contribuye a que así sea”, ha añadido.
Por su parte, la comisaria de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, Mariya Gabriel, ha subrayado que “los jóvenes tienen mucho que aportar a la sociedad”. Asimismo, ha anunciado que “en 2022, el Año Europeo de la Juventud, el Cuerpo Europeo de Solidaridad será un instrumento importante para ayudar a los jóvenes a involucrarse en la participación ciudadana y a construir un futuro mejor, más ecológico, más digital y más inclusivo”.
La pandemia del Covid-19 ha tenido efecto en los proyectos de voluntariados de las universidades: el 55,5% hizo menos actividades
La pandemia del Covid-19 y sus consecuencias, sobre todo, el distanciamiento social ha tenido efecto en los proyectos de voluntariados de las universidades, como recoge el IX Estudio sobre Voluntariado Universitario, elaborado por la Fundación Mutua Madrileña y correspondiente al curso 2020-2021. En el mismo han participado 36 universidades, el 43% del total que hay entre públicas y privadas en nuestro país, y el 55,5% ha reconocido que hizo menos actividades el pasado curso respecto al anterior. El Covid también ha cambiado el perfil académico de los alumnos que colaboran: el dominante era el de la rama de ciencias sociales y jurídicas, pero ahora ha pasado al tercer puesto, tras la rama de ciencias y ciencias de la salud, y la rama de artes y humanidades. Eso sí, el perfil del voluntario universitario sigue siendo mayoritariamente femenino, con un 72% de representatividad, cuatro puntos que el curso anterior.
Los jóvenes no son los únicos que hacen voluntariado y son muchos los que cuando se jubilan, al contar con más tiempo, aumentan su colaboración, claro que la vida laboral cada vez va siendo menos inconveniente, gracias a las iniciativas de voluntariado corporativo y son muchas empresas las que celebran su propio día de voluntariado, como Iberdrola o CaixaBank, entre otras muchas, o han lanzado planes de voluntariado, por ejemplo, Endesa. Además, también está en crecimiento el voluntariado a través de la vía digital: hace unos meses, la plataforma de servicios digitales y estilo de vida imagin, que ya tiene más de tres millones de usuarios (mayoritariamente jóvenes menores de 30 años), lanzó una nueva área temática denominada imaginChangers para apoyar diversas iniciativas solidarias a través de la participación activa y las donaciones, y también impulsar causas de impacto social positivo que conecten con su comunidad digital.
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