Es conveniente hacer una puesta a punto general con cuidados intensivos sobre la piel tras la exposición al sol durante el verano
Volver a tomar las riendas de nuestra vida tras el verano no sólo conlleva volver a la rutina, al cole, al trabajo y a los horarios establecidos. También debemos reponernos de esos excesos o caprichos que nos hemos dado a lo largo del verano, donde hemos estado más relajados, y que lamentablemente pasan factura sobre nuestro cuerpo, y tal y como vamos a leer ahora, más concretamente sobre nuestra piel.
Esta se encuentra más deshidratada, seca, a veces con asperezas, y puede incluso que se nos hayan agudizado o marcado más las arrugas. De igual modo, la pigmentación inducida por la radiación ultravioleta puede no haber sido uniforme y que notemos la aparición de manchas, o la intensificación de las ya existentes, además de una piel con falta de luz y apagada.
Asimismo, tal y como afirma la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), ahora es el momento de intentar contrarrestar todos estos efectos nocivos de las radiaciones solares de la época estival, en especial sobre la piel de cara y escote y resto de zonas expuestas.
En esta época del año es cuando mayor número de melanomas se diagnostican debido a que la piel queda más visible y hace más fácil su reconocimiento
“Tanto en otoño como en invierno es conveniente hacer una puesta a punto general con cuidados intensivos: nutrición, contrarrestar la oxidación con Vitamina C, iluminar mediante peelings, láser, entre otros”, señala. No obstante, no es tan difícil como en un principio parece, ya que retomando una serie de pautas generales, que pasan por volver a unos hábitos de vida adecuados, “podemos recuperar el estado de nuestra piel”, afirma la especialista de la Unidad de Dermoestética del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla, Mercedes Morillo.
Hay que afrontar el daño causado a la piel por los efectos de la radiación solar, la sal, el cloro, la humedad y los cambios de hábitos
Por todo ello, y para afrontar el daño que hemos causado a nuestra piel por los efectos de la radiación solar, la sal, el cloro, la humedad y los cambios de hábitos, estas expertas plantean:
1.- Retomar una alimentación saludable y beber abundante agua o infusiones.
2.- Dormir entre seis y ocho horas al día.
3.- Establecer una rutina cosmética de cuidados diarios
4.- Hidratar diariamente la piel, tanto facial como corporal. Es importante la adecuada elección del cosmético según el tipo de piel. Para pieles jóvenes y con tendencia acnéica, elegiremos geles o emulsiones libres de grasa. Para pieles secas y maduras, optaremos por cremas mas enriquecidas. Respecto a las hidratantes corporales, elegiremos una u otra presentación según la zona. Para zonas pilosas, con vello, resultan más agradables las lociones o leches hidratantes por resultar más fácil su aplicación y absorción. Para el resto de pieles, sin vello, las presentaciones en crema.
5.- Emplear cosméticos con acción exfoliante suave por las noches, los formulados con ácido retinoico y/o glicólico, aceleran la regeneración y renovación cutánea.
6.-Por las mañanas utilizar dermocosmética con antioxidantes, como la vitamina C o el ácido ferúlico, que tienen cierto efecto despigmentante, neutralizan los radicales libres formados por efecto de las radiaciones lumínicas y aportan luminosidad a la piel.
7.- Usar fotoprotección diaria en piel expuesta a la luz: cara, cuello, orejas, y en el cuero cabelludo de varones con calvicie. Esta medida, además de evitar problemas de salud por impedir la aparición de lesiones precancerosas y cáncer cutáneo, es el mejor producto antienvejecimiento que podemos usar.
8.-. Emplear limpiadores suaves que se caractericen por un pH no alcalino y su alta tolerancia.
9.-. Ante la presencia de manchas u otras alteraciones de la piel, lo más recomendable es consultar al dermatólogo. Él es el especialista que le hará el diagnostico correcto y recomendará tratamiento y cuidados dermocosméticos adecuados. También le aconsejará sobre posibles procedimientos o técnicas para tratar esas manchas solares, melasma u otros signos de fotoenvejecimiento. “La Luz Pulsada Intensa (IPL)o los Peelings químicos son tratamientos realizados en consulta, muy eficaces y seguros y que permiten la inmediata reincorporación a la vida habitual”, indican las especialistas.
10.- Así mismo se debe acudir a un especialista y revisar la piel después del verano, en busca de bultos, manchas, lunares de nueva aparición o que hayan cambiado desde la última vez, sin olvidar las heridas que no terminan de cicatrizar y que se hayan podido producir en esta época, aconseja por su parte la AEDV.
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