En España, el elevado desempleo sigue siendo un gran reto a superar, sobre todo, para los jóvenes menores de 25 años y las personas mayores de 50 (también denominadas sénior). Ambos colectivos son los más afectados por las consecuencias de la crisis económica de 2008 y también están notando el duro golpe de la pandemia del coronavirus, la cual ha provocado una crisis sanitaria y una nueva crisis económica. Y esto no es bueno para las empresas, porque la mezcla de generaciones enriquece el trabajo, la capacitación y las relaciones laborales que realizan.

La crisis económica de 2008 aumentó el desempleo de forma considerable en los años posteriores y aunque costó, poco a poco se fue viendo la luz al final del túnel: la recuperación fue avanzando y se redujo hasta 3,19 millones de parados al cierre del cuarto trimestre de 2019, pero frenó de golpe en 2020 por el coronavirus. Este paso atrás aún se nota en la cifra de parados, que se ha situado en 3,614 millones al cierre de junio y, aunque es inferior a la de hace un año (3,862 millones), supera la que había antes de la pandemia en febrero de 2020 (3,246 millones), y no hay que olvidar que aún quedan 447.800 trabajadores en ERTE y que ya se han conocido varios ERE (por ejemplo, en el sector bancario, el textil o el aéreo).

El desempleo de los jóvenes menores de 25 años se sitúa en 299.337 personas, representando el 8,3% del total de parados. Al mismo tiempo hay cerca de un millón de parados mayores de 50 años, la mayoría de ellos de larga duración

El desempleo de los jóvenes menores de 25 años se sitúa en 299.337 personas, representando el 8,3% del total de parados, según los datos registrados el pasado mayo por el Ministerio de Empleo. Al mismo tiempo hay cerca de un millón de parados mayores de 50 años, la mayoría de ellos de larga duración, aunque dicho Ministerio no da cifras mensuales de su evolución. Este último colectivo, la puesta en valor de su talento y la lucha contra la discriminación por razón de edad están detrás de Generación SAVIA, una iniciativa de la Fundación Endesa junto a la Fundación máshumano que ya cuenta con 30.000 profesionales sénior y 450 empresas registradas. Un proyecto que lleva más de dos años de trayectoria y que, entre otros aspectos, aspira a que el 30 de abril se instaure el ‘Día del Trabajador Sénior’, algo para lo que tiene el respaldo de importantes rostros conocidos sénior, como: el cantautor, compositor y escritor José Luis Perales; los actores Maribel Verdú, Carlos Iglesias y Miguel Rellán; la empresaria María Benjumea; la chef y presentadora Samantha Vallejo-Nágera o las periodistas Marta Robles, Nieves Herrero y Gloria Lomana.

mezcla de generaciones

Dentro de una empresa la diversidad generacional se ha vuelto clave, pues enriquece no sólo el trabajo que se realiza dentro de sus muros, las relaciones laborales y el día a día que allí se vive, sino también la imagen que traslada fuera y su papel en la sociedad. Se considera que la generación joven actual es la mejor cualificada de la historia, o al menos, la que más oportunidades tiene de formarse; también aporta dinamismo, ganas de evolucionar y crecer, gran capacidad de aprender y un elevado uso de las nuevas tecnologías. Por su parte, la generación sénior ofrece una grandísima dosis de experiencia y resistencia ante las circunstancias, lealtad, madurez, tranquilidad, firmeza en ideas y convicciones. Combinar ambas generaciones, así como las que están entre medias, permite luchar contra los estereotipos y prejuicios, evitando que las empresas caigan en el denominado edadismo o discriminación laboral por cuestión de edad.

La generación joven es la que más oportunidades tiene de formarse, aporta dinamismo, ganas de evolucionar y crecer, gran capacidad de aprender y un elevado uso de las nuevas tecnologías. La generación sénior ofrece experiencia y resistencia ante las circunstancias, lealtad, madurez, tranquilidad, firmeza en ideas y convicciones

Pero no sólo hay diferencias en las características que tienen y en lo que aportan, también en lo relacionado con su retribución. Al hilo de esto, debe considerarse que la retribución flexible ha empezado a ser una realidad en muchas empresas españolas, una modalidad compensatoria que permite mejorar las condiciones de los empleados, sin aumentar los rangos salariales. Cobee nació en 2018 y es la primera plataforma digital que permite gestionar de forma flexible y automatizada los beneficios para empleados, y refiere que más de la mitad de los empleados ve la retribución flexible como un aspecto importante porque los beneficios que reciben no son los que necesitan. Y es que el 81% señala que los planes de beneficios son impersonales y generalistas. “Cuando se traza un plan de retribución flexible, o en general cualquier complemento al salario que se quiera aportar a los empleados, es fundamental escuchar a los trabajadores y saber qué es lo que necesitan”, afirma Borja Aranguren, CEO y cofundador de Cobee. “Aspectos como la edad son un claro factor diferencial en cuanto a preferencias”, ha añadido.

Por ejemplo, los empleados más jóvenes muestran una preferencia clara por beneficios que les permitan abrirse puertas a nivel profesional, sobre todo, los recién titulados son los que más valoran a las empresas que les ofrecen opciones de formación continua, y tienen mayor interés por las que les brindan oportunidades de proyección. Respecto a las condiciones laborales, valoran mucho la flexibilidad, tanto en horario como en movilidad, en especial, el teletrabajo, y también beneficios que estén relacionados con su tiempo de ocio (por ejemplo, servicios deportivos o suscripciones a plataformas de streaming (Netflix, HBO, Spotify, etc.). Y respecto a beneficios relacionados con la salud, planes modernos que incluyan opciones digitales, como la gestión de citas de forma online son los preferidos por los millennials.

La retribución flexible ha empezado a ser una realidad en muchas empresas españolas: los jóvenes valoran las ofertas de formación y proyección, así como la flexibilidad; los sénior suelen preferir planes de pensiones o paquetes sanitarios completos

mezcla de generaciones

Por su parte, los trabajadores sénior suelen preferir beneficios más pensados para el largo plazo, como planes de pensiones o paquetes sanitarios completos que les permitan incluir a otros miembros de su familia. Eso sí, coinciden con los más jóvenes, en valorar considerablemente la flexibilidad laboral, sobre todo, si les permite una mayor conciliación entre su vida personal y laboral. No es la única coincidencia entre ambas generaciones y también con las que tienen entre medias: después de que 2020 fuera un año crítico a nivel laboral por la pandemia, aumentando el estrés, el 70% de los empleados afirma estar más interesado por su bienestar y su salud.

La diversidad generacional en las empresas también puede ir más allá de los 65 años, aunque la edad real de jubilación está en 64,6 años (la edad legal de jubilación está en 66 años, cumpliendo algunos requisitos). Eso sí, aún es una opción que está en niveles mínimos en España, donde sólo un 0,5% de la población entre 55 y 69 años compatibiliza su jubilación con su empleo, frente a una media europea del 6,21%. Se denomina jubilación activa y permite al trabajador conciliar el cobro del 50% de la pensión con el desarrollo de la actividad profesional, reduciendo su jornada laboral, hasta que se jubile completamente.

Paralelamente, también se están dando otros espacios donde jóvenes y los más mayores se reúnen. Un ejemplo de esto es el proyecto ‘Juglando historias interculturales’, que busca crear un espacio de intercambio y de construcción colectiva intergeneracional entre personas mayores y jóvenes, con y sin experiencia migratoria de distintos barrios de Madrid, compartiendo anécdotas de sus vidas utilizando metodologías artísticas. Se trata de que todos se conviertan en los antiguos juglares y cuenten sus historias a través de relatos, música, poesía, escultura, teatro, pintura, etc.