El cáncer de colon y de recto (CCR) el segundo tumor más frecuente en nuestro medio. A pesar de ello, se trata de un tumor que se puede prevenir. Esta prevención se basa en la detección del tumor en fase precoz (pólipo) mediante una colonoscopia. Se denomina grupo de alto riesgo de CCR al conjunto de individuos que, o bien por factores personales, o bien por antecedentes familiares, tienen más probabilidades de desarrollar este tumor.

De acuerdo con los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer colorrectal representa el tumor más frecuente diagnosticado en España en el año 2022 en ambos sexos (43.370 nuevos casos), siendo el segundo en varones después de próstata, con 26.862 nuevos casos; y el segundo en mujeres, después del de mama, con 16.508 casos nuevos.

Recuerda el doctor Esteban Saperas, especialista del Hospital Universitari General de Catalunya, coordinador de la Unidad de Alto Riesgo de Cáncer Colorrectal, que el riesgo de esta neoplasia es similar en hombres y mujeres, aumenta con la edad; siendo su edad media de presentación en torno a los 65 años, aunque afirma que también puede aparecer en personas más jóvenes.

Si decide visitar a los especialistas de la Unidad- CCR es muy importante que consiga una recopilación lo más exhaustiva posible de los antecedentes familiares

“Esta es una unidad dirigida a prevenir la aparición de este tumor mediante la identificación y resección de pólipos, y si esto no es posible, el diagnóstico temprano del tumor para minimizar el impacto que puede tener en el pronóstico y la calidad de vida del paciente. Su objetivo principal es identificar los individuos de alto riesgo de desarrollar un cáncer de colon y recto (CCR), para poder aplicar las medidas preventivas adecuadas en cada caso”, asegura el oncólogo, quien detalla que, si se cumplen con alguno de los siguientes criterios, se puede visitar en esta unidad:

1. Al menos un familiar de primer grado (padres, hermanos, hijos) han tenido un CCR, antes de los 60 años

2. Al menos dos familiares de primer grado (padres, hermanos, hijos) han tenido un CCR con independencia de la edad del diagnóstico.

3. Usted o algún miembro de su familia ha sido diagnosticado de pólipos de colon.

4. Si usted ha tenido un CCR antes de los 50 años u otros tumores

5. Si usted ha tenido más de un CCR

El riesgo de esta neoplasia es similar en hombres y mujeres y aumenta con la edad

“Si decide visitar a los especialistas de la Unidad- CCR es muy importante que consiga una recopilación lo más exhaustiva posible de los antecedentes familiares (edad del diagnóstico de CCR, hospital en el que se hizo la intervención y, si es posible, informes médicos que confirmen el diagnóstico). Datos que, junto con sus antecedentes personales, son imprescindibles para hacer una adecuada valoración del riesgo de CCR”, agrega el experto del Hospital Universitari General de Catalunya, perteneciente al grupo Quirónsalud.

Cuándo son necesarias las pruebas de cribado

Es más, este especialista recomienda la población general asintomática se realicen una prueba de detección alrededor de los 45 años. “Las personas con mayor riesgo es aconsejable que la colonoscopia periódica se inicie a los 40 años o 10 años antes del caso familiar antes de esa edad”, asegura el doctor Esteban Saperas.

Concretamente, uno de cada cuatro pacientes cuenta con antecedentes familiares de CCR, aunque apenas en menos de un 10% existe un componente hereditario, según datos de la SEOM.

El estilo de vida también es clave

Así con todo, este oncólogo insiste en que a la hora de prevenir el CCR no solo los métodos de cribado son fundamentales, sino también la dieta y el estilo de vida del paciente dice que son determinantes en muchos casos. Aquí destaca que, entre los principales factores de riesgo modificables, y de acuerdo con la OMS, se encontrarían también una dieta no saludable y pobre en frutas y en verduras; así como el consumo de tabaco; la obesidad; el sedentarismo; y la ingesta de alcohol.

Uno de cada cuatro pacientes cuenta con antecedentes familiares de CCR, aunque en menos de un 10% existe un componente hereditario

Por otro lado, el experto de la Unidad de Alto Riesgo de Cáncer Colorrectal del Hospital Universitari General de Catalunya subraya que existen una serie de enfermedades predisponentes a desarrollar CCR y que deben ser controladas, como las enfermedades intestinales inflamatorias, como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn; o bien el desarrollo de pólipos en el colon y en el recto.

Síntomas sobre los que sospechar

Este experto resalta igualmente que muchos pacientes son asintomáticos y no presentan ningún signo de desarrollo de CCR, de ahí la importancia de las pruebas de cribado nuevamente.

No obstante, destaca que en los principales síntomas de alarma de este cáncer se podrían encontrar la sangre roja en las heces o rectorragia, la hematoquecia o sangre mezclada con las heces, la alteración del ritmo intestinal, así como el dolor intestinal, aunque también estos pacientes pueden tener cansancio, pérdida de peso o anemia.

“Se trata de síntomas todos ellos en muchos casos frecuentes e inespecíficos en las personas, y que suman otro argumento más para no dejar de lado las revisiones y pruebas de cribado a partir de los 45 años”, según este especialista del centro hospitalario barcelonés.