De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades bucodentales más frecuentes son la caries dental, la periodontitis grave, la pérdida de dientes, y el cáncer bucal. Y en el caso concreto de la periodontitis, en la que se centra este artículo, se trata de una enfermedad periodontal grave e irreversible, que afecta a entre un 15% y un 20% de los adultos de entre 35 y 44 años, según esta entidad, y cuya relación con las alteraciones cardiovasculares está cada vez más contrastada, afirma la institución.

“Si no se toman las medidas apropiadas y oportunas, las bacterias responsables de la periodontitis pueden entrar en el torrente sanguíneo a través de las encías y generar problemas de salud que van más allá de la posible pérdida de uno o varios dientes”, según alerta la doctora Lucía Barallat, odontóloga especialista en Periodoncia y Estética oral, integrante del equipo de especialistas la Unidad de Cirugía Maxilofacial y Odontología del Hospital Ruber Internacional de Madrid, y que dirige el doctor Bruno Ardanza-Trevijano.

Pero ¿qué es la periodontitis? Esta doctora explica que la periodoncia es el área de la odontología focalizada en los tejidos que protegen y sujetan a los dientes: “Nuestros dientes se mantienen estables y en su sitio gracias al periodonto, un conjunto de estructuras y tejidos que les ‘anclan’ al hueso y les mantienen firmes. El periodonto está formado por la encía, el ligamento periodontal, el hueso alveolar, y el cemento radicular. De todas sus partes, solo alcanzamos a ver la encía, ese tejido de revestimiento que recubre la raíz de los dientes y contribuye a su estabilidad”.

La periodontitis o piorrea es una infección que se produce en las encías y que da lugar a su destrucción progresiva y también del hueso que sujeta los dientes

Así, indica que la encía rodea cada pieza dental a la altura de su cuello, generando una "barrera" anatómica que aísla y protege la raíz de los dientes, el hueso y las demás estructuras del medio interior, y del ataque de los millones de bacterias que conviven en nuestra boca (en el exterior).

"A través de las úlceras que se forman en las encías de los pacientes con periodontitis, las bacterias de la boca y los mediadores de la inflamación pueden pasar a la sangre y, de esta manera, causar daños en tejidos y órganos que están alejados de la cavidad oral. De hecho, cada vez hay más evidencia científica que indica que los pacientes con periodontitis tienen mayores niveles de inflamación sistémica y bacterias en sangre que podrían aumentar el riesgo a padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus o enfermedades respiratorias", explica la doctora.

Su relación con la enfermedad coronaria

Precisamente, recuerda que en 2020 la Federación Europea de Periodoncia y la Federación Internacional del Corazón, publicaron un informe de consenso en el que se constataba que hay pruebas sólidas de estudios epidemiológicos de una asociación positiva entre la periodontitis y la enfermedad coronaria: “Estos pacientes tienen un mayor riesgo de sufrir un primer evento coronario que los pacientes sin periodontitis o con periodontitis menos severa”.

Otro informe, publicado en 2017 por la Federación Internacional de Diabetes y la Federación Europea de Periodoncia, concluye que existe una “fuerte evidencia” de que las personas con periodontitis tienen un riesgo elevado de alteraciones en el metabolismo de la glucosa y de resistencia a la insulina.

"Los pacientes con periodontitis también tienen mayor riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2, debido a que un aumento de la inflamación sistémica se asocia con mayor resistencia a la insulina.

Existe una “fuerte evidencia” de que las personas con periodontitis tienen un riesgo elevado de alteraciones en el metabolismo de la glucosa y de resistencia a la insulina

De hecho, los pacientes con periodontitis suelen tener un peor control metabólico de la diabetes y un mayor riesgo de desarrollar complicaciones por la diabetes como son la retinopatía, enfermedades cardiovasculares y problemas renales. Además, cada vez hay más evidencia de que, si se trata la periodontitis, puede mejorar significativamente el control metabólico de la enfermedad", avisa Lucía Ballarat.

La enfermedad periodontal: síntomas de alerta

Con ello, indica que el tejido de la encía es muy delicado y suele ser el primero en afectarse en la enfermedad periodontal: "Cuando se acumulan bacterias sobre el diente y forman lo que conocemos como placa bacteriana o sarro, la encía va a responder con un enrojecimiento y sangrado que llamamos gingivitis".

Así, esta especialista en Periodoncia y Estética oral mantiene que, si la gingivitis no se corrige a tiempo, la función protectora de la encía puede comprometerse, favorecer el paso de microorganismos hacia la raíz de los dientes y generar en consecuencia una periodontitis: "La periodontitis o piorrea es una infección que se produce en las encías y que da lugar a la destrucción progresiva de la encía y el hueso que sujeta los dientes, pudiendo acabar en la pérdida dental. Se trata de una enfermedad indolora y puede pasar desapercibida para muchos pacientes en sus estadios iniciales".

A menudo comienza de forma insidiosa y va evolucionando progresivamente sin dolor, según prosigue, de modo que la persona afectada no la nota o supone que sus síntomas no son de alarma: "En muchos casos la periodontitis va precedida de una inflamación de la encía que puede manifestarse en forma de sangrado, encías retraídas o incluso mal aliento; en ese momento la persona debe acudir a una revisión con su odontólogo”.

El mejor modo de prevenir la periodontitis es mantener buenos hábitos de higiene bucal todos los días y realizar una visita al odontólogo cada 6 a 12 meses

Mantener unas encías sanas

En última instancia, esta odontóloga integrante del equipo de especialistas la Unidad de Cirugía Maxilofacial y Odontología del Hospital Ruber Internacional de Madrid considera que el mejor modo de prevenir la periodontitis es mantener buenos hábitos de higiene bucal todos los días y realizar una visita al odontólogo cada 6 a 12 meses. “Así se evitará el desarrollo de un microambiente alrededor de los dientes que sea favorable para el crecimiento de las bacterias que causan la enfermedad periodontal”, subraya.

Además, sostiene que una buena higiene bucal diaria implica una buena técnica de cepillado, cepillarte los dientes al menos dos veces al día y usar hilo dental antes del cepillado. “La placa dental es más difícil de eliminar con el cepillado y cuanto más tiempo permanezcan en los dientes, más bacterias suele contener y más daño puede hacer. La placa dental debe removerse mediante una limpieza profesional realizada por el odontólogo en consulta. Es importante eliminar y controlar la placa para prevenir la gingivitis y la periodontitis”, concluye Lucía Ballarat.