En la actualidad, el riesgo de muerte por infarto de miocardio es el doble en mujeres que en hombres: 18,7% para ellas frente al 9,3% para ellos, a lo que hay que añadir el hecho de que las mujeres padecen enfermedades cardiovasculares en un porcentaje ligeramente superior a los hombres (52,6 frente a 47,4).

Pero ¿por qué se da esto y cómo se puede atajar el problema? Antes de responder hay que aclarar algunos conceptos básicos.

El infarto por antonomasia

Se entiende por infarto la necrosis -o muerte de las células- de un órgano o de parte de él por falta de riego sanguíneo, debido a una obstrucción o estrechamiento de la arteria que lo alimenta. Hay, por tanto, muchos tipos de infarto, pero el término se ha consagrado para definir aquel que se produce de manera brusca en el miocardio o músculo cardiaco.

El infarto agudo de miocardio es un asunto serio, porque va la vida en él y se produce por el estrechamiento de las arterias coronarias que dejan de enviar oxígeno al miocardio. Con ello, el tejido se necrosa, es decir, se mueren sus células.

El riesgo de muerte por infarto de miocardio es el doble en mujeres que en hombres: 18,7% para ellas frente al 9,3% para ellos

“La causa principal del infarto suele ser la ateroesclerosis, que consiste en la aparición de una placa de colesterol que en un momento se fisura, y entra en contacto el núcleo de colesterol con la sangre, lo que provoca un coágulo que puede obstruir las arterias, impidiendo el paso de la sangre al músculo cardiaco”, explica la doctora Catheline Lauwers, jefa del servicio de Cardiología de Quirónsalud Valencia.

Síntomas diferentes en hombres y en mujeres

Y aunque tiene muchos síntomas, no todos se suelen presentar a la vez. “Habitualmente, el paciente siente un dolor muy pesado en la zona del esternón, que no se modifica con los movimientos ni con la respiración, un dolor bastante intenso que en ocasiones se irradia hacia mandíbula, cuello y espalda, brazo izquierdo y, en algunos casos, brazo derecho y espalda. Se puede también asociar a sudor frío y mareo o a un dolor en la parte alta del abdomen, junto con dificultad para respirar, ganas de vomitar y pérdida de conocimiento”, especifica la especialista.

Esta sintomatología, sin embargo, aparece de forma generalizada en los hombres, en tanto que en las mujeres el infarto de miocardio en ocasiones se manifiesta de forma ligeramente diferente, con disnea o dificultad para respirar, lo que en ocasiones puede confundir y retrasar el diagnóstico, aunque debemos recordar que, también en las mujeres, el síntoma más frecuente es el dolor en la zona del pecho.

Por esta razón, solo el 39% de las mujeres reconoce los síntomas de un infarto, frente al 57% de los hombres. “Esta disparidad es la causa de mayor riesgo de muerte por infarto en la población femenina, ya que la celeridad en su diagnóstico y tratamiento es crucial para conseguir la recuperación”, incide la responsable del Servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Valencia.

 Las mujeres padecen enfermedades cardiovasculares en un porcentaje ligeramente superior a los hombres (52,6 frente a 47,4)

Aumento de los infartos

El tipo de vida sedentario y la alimentación inadecuada están provocando un incremento de los infartos de miocardio, según acredita la Fundación Española del Corazón.

Los cardiólogos vienen señalando desde hace tiempo que los infartos se han incrementado de manera notable en personas menores de 45 años, y que, de hecho, las mujeres jóvenes son uno de los colectivos en los que más están creciendo las enfermedades cardiovasculares.

Tanto la Sociedad Europea de Cardiología como la OMS (Organización Mundial de la Salud) nos recuerdan en este año 2022 que debemos sospechar, diagnosticar, tratar con los mismos tiempos y las mismas técnicas los infartos, insuficiencia cardiaca y otras enfermedades cardiovasculares en las mujeres que en los hombres, con el objetivo de disminuir el número de muertes y eventos en las mujeres y en la población general.

La pandemia causada por la Covid-19 no ha ayudado a mejorar la situación. En 2021 la probabilidad de morir de causa cardiovascular fue un 8% mayor que en 2019 y 13% mayor que en 2020, lo que lleva a los especialistas a pensar que muchos de los infartos producidos en esos años no se pudieron atender en tiempo y forma.

Hay muchos tipos de infarto, pero el término se ha consagrado para definir el que se produce de manera brusca en el miocardio o músculo cardiaco

En todo caso, un infarto agudo de miocardio puede ser atajado si se diagnostica a tiempo, y puede prevenirse y evitarse con un estilo de vida y una alimentación adecuados.