Educación ambiental para reconectar con la naturaleza... y más ante la pandemia del coronavirus
En el mundo occidental y desarrollado, se ha ido imponiendo el dominio de las nuevas tecnologías e Internet, pero al mismo tiempo, también ha ido creciendo la preocupación por el medio ambiente y la sostenibilidad. Ahora que con la pandemia del coronavirus y las restricciones, ha aumentado el número de horas delante de ordenadores, televisiones y smartphones, con un fuerte crecimiento del teletrabajo y de la formación educativa a través de Internet, cobra también importancia el tema de la educación ambiental como una alternativa para reconectar con la naturaleza y revalorar el entorno que nos rodea mucho más, sobre todo después de haber estado meses sin poder disfrutarlo.
Desde hace años, la mayoría de las empresas tienen en cuenta en su actividad la responsabilidad social corporativa, un concepto relacionado con la postura ética que asumen en los entornos en los que operan para gestionar el impacto que generan y que se ha convertido en todo un valor a cuidar y promover. Este abarca distintos ámbitos relacionados con la temática social (derechos laborales, inserción, etc.), la salud o la cuestión medioambiental, entre otros aspectos. Precisamente, al hilo de este último tema, muchas ya llevan a cabo distintas iniciativas, por ejemplo, de reforestación para familias y colegios.
Joseph Cornell publicó su primer libro ('Vivir la naturaleza con los niños') y causó una revolución mundial en la educación ambiental
Sin embargo, la educación ambiental no trata sólo de plantar árboles, aunque puede estar entre alguna de sus actividades, sino que va mucho más allá. En esto puede servir de ayuda e inspiración la figura de Joseph Cornell, un naturalista y escritor estadounidense, que en 1979 fundó el movimiento ‘Sharing Nature Worldwide’ para ayudar a personas de todas las edades a profundizar en su relación con la naturaleza, tras haber publicado su primer libro (Vivir la naturaleza con los niños), que causó una revolución mundial en la educación ambiental. Su segundo libro fue Compartir el amor por la naturaleza: Juegos y Actividades para todas las edades y en España se han recopilado ambos en otro titulado Compartir la naturaleza. Juegos y actividades para reconectar con la naturaleza. Para todas las edades, editado por La Traviesa Ediciones.
Esta editorial está especializada en educación ambiental y fue puesta en marcha en 2017 por Paqui Godino, bióloga de formación y con amplia experiencia en gestión, formación y educación ambiental. En una reciente entrevista en RNE, Godino señaló “la importancia de volver a la naturaleza en todas las edades y ámbitos” y que “otra educación es posible, sólo debería haber una, la que nos prepara para una vida en armonía con la naturaleza, con los demás y con nosotros mismos”. En su opinión, el momento para hacerlo es ahora: “hay que abrir la escuela al entorno e incorporar la naturaleza en el día a día” en la educación formal y no sólo en las ciencias naturales.
Para Paqui Godino es momento de “abrir la escuela al entorno e incorporar la naturaleza en el día a día” en la educación formal y no sólo en las ciencias naturales
Por ello, su editorial ha lanzado una campaña de crowfunding para editar en castellano y adaptado al currículo escolar La escuela a cielo abierto, un manual elaborado por la Fundación Silviva, con sede en Biel (Suiza), para trabajar al aire libre los contenidos curriculares (ciencias de la naturaleza, ciencias sociales, lengua castellana y otras lenguas, matemáticas, educación física, educación artística y música) de segundo ciclo de infantil y primaria. Es una propuesta de 200 actividades dirigidas a niños de entre 4 y 12 años que favorecen la cooperación, la reflexión colectiva, la autonomía y la creatividad, aunando los contenidos del currículo y la naturaleza. Esta iniciativa que concuerda con lo que decía la educadora catalana Rosa Sensat: “la naturaleza es el ambiente más adecuado a la normal evolución del niño, asegurando el derecho que este tiene al aire puro, a la luz del sol, al agua, al ejercicio físico y a la libertad y alegría”.
Paralelamente, el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) también ha habilitado un espacio en su página web donde se pueden encontrar materiales de libre uso y descarga sobre cuestiones ambientales relevantes creados junto al Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP). Su objetivo es ir aportando materiales para una educación ambiental completa y transversal que involucre a todos los agentes de la sociedad, desde los más jóvenes a los adultos. Unos materiales que plantean diferentes retos y soluciones para que los ciudadanos, especialmente niños y jóvenes, desarrollen un pensamiento crítico para concienciar sobre la transición ecológica.
La educadora catalana Rosa Sensat decía que “la naturaleza es el ambiente más adecuado a la normal evolución del niño”
La educación ambiental tiene efectos positivos para los niños, adolescentes y jóvenes, y con ello, para el futuro de nuestras sociedades. La Universidad de Stanford analizó en 2017 cómo beneficia a los escolares desde la etapa infantil al bachillerato y tras revisar más de un centenar de estudios científicos publicados entre 1994 y 2013 por otras instituciones sobre este tema, concluyó que el 83% de los escolares mejoró su comportamiento ecológico y que el 98% amplió su conocimiento en otras materias como matemáticas y ciencias. Y no se puede olvidar que los niños, adolescentes y jóvenes de hoy son el futuro, pues serán los adultos de mañana.
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