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Cuando desbloqueas tu teléfono, se ponen en marcha toda una red de servidores que consumen más energía que algunas ciudades pequeñas. Ese mensaje de WhatsApp que enviaste recorrió miles de kilómetros a través de cables submarinos.
Y, sí, probablemente lo hayas oído: hacerle una pregunta a ChatGPT puede consumir tanta agua como una botella grande de agua mineral.
Pensamos que cada vez somos más conscientes del coste medioambiental de nuestras vidas digitales. Pero, ¿es así realmente? Vamos a averiguarlo con ayuda de este nuevo episodio, que forma parte de la serie “Connecting the Dots” impulsada por Cellnex, y en el que Henrik Thorsen, Ceo de Energy Cool, empresa danesa que está revolucionando la forma de refrigerar los centros de datos y las instalaciones de telecomunicaciones, nos cuenta cómo están desarrollado una solución que enfría los equipos de comunicación utilizando una cantidad muy pequeña de energía, “tan pequeña que incluso puede funcionar con baterías. Esto hace que las redes móviles sean más estables, sostenibles y estén preparadas para emergencias y averías”.
También interviene en el videopodcast Mila Rey Porto, Global Head of Energy at Cellnex Telecom para hablar de los principales retos tecnológicos a la hora de alimentar las instalaciones de telecomunicaciones. “El sector de las telecomunicaciones puede ayudar al sector energético, integrando cada vez más energías renovables en la red. Y esto beneficia al conjunto del sistema”.
Alicia Fernández del Viso, Global ESG Director at Cellnex Telecom, explica cómo día a día las empresas de telecomunicaciones están trabajando para ser más sostenibles. “Estamos comprometidos con el objetivo de cero emisiones netas. Y esto es muy importante para nosotros”.
El mensaje es claro: mantenerse conectado no tiene que suponer, necesariamente, desconectarse del planeta.
Contenido patrocinado por: Cellnex









