La CPAP, según describe, es un dispositivo que insufla aire a presión positiva continua en la vía aérea para tratar el síndrome de apnea hipopnea del sueño.
Hay muchas personas que descubren que tienen apnea del sueño, se les confirma el diagnóstico tras la realización de las pertinentes pruebas y, con el inicio del tratamiento, habitualmente los dispositivos llamados CPAP (dispositivo para tratar la apnea del sueño) siguen notando un mal descanso. ¿Por qué puede ser esto si la CPAP es el tratamiento más recomendado en estos casos?
Según tranquiliza en este sentido la doctora Irene Rubio Bollinger, neurofisióloga y coordinadora de la Unidad del Sueño del Hospital Quirónsalud Sur de Madrid, el tratamiento con CPAP es el diagnóstico correcto en la Apnea Obstructiva del Sueño (AOS), siendo “el tiempo y la paciencia” las claves del éxito. La CPAP, según describe, es un dispositivo que insufla aire a presión positiva continua en la vía aérea para tratar el síndrome de apnea-hipopnea del sueño y, actualmente, “es el tratamiento indicado cuando este problema, el AOS, tiene un grado de moderado a importante”.
No todos los pacientes se acostumbran fácilmente a usar el dispositivo toda la noche
Su objetivo, según destaca, consiste en mejorar la somnolencia diurna, la función cognitiva, el estado de ánimo y el descanso nocturno de la persona que lo utiliza, si bien lamenta que existe un porcentaje “no desdeñable” de pacientes que continúan sintiéndose cansados durante el día, refieren múltiples despertares o bien un mal descanso nocturno por problemas que presentan con el uso de la CPAP.
Qué pasos se deben seguir
Ve conveniente la experta en medicina del sueño en estos casos rehacer en primer lugar la historia clínica en la consulta de sueño, confirmar el diagnóstico de AOS, comprobar el grado de cumplimiento del tratamiento por parte del paciente y descartar trastornos de sueño asociados como una pobre higiene del sueño, depresión, hipersomnia idiopática o, incluso, una narcolepsia.
“Si lo vemos necesario se repetirá el estudio polisomnográfico, incluso con lo que llamamos titulación de la CPAP, para comprobar que la presión que tiene marcada el paciente en su dispositivo es la correcta, con la eliminación nocturna de todos los eventos obstructivos respiratorios”, sostiene la doctora Rubio Bollinger.
Qué puede no funcionar
Por otro lado, esta neurofisióloga advierte de que puede que haya factores no directamente relacionados con la CPAP que pudieran perpetuar la somnolencia: "La somnolencia diurna en la AOS no es producida solo por las apneas. Se suele considerar que las apneas nocturnas son la única causa de somnolencia, ya que interrumpen el sueño y lo fragmentan, pero esto en la práctica no es así. De hecho, no hay una relación tan proporcional entre el índice de apneas y la intensidad de la somnolencia”.
Sentir claustrofobia con la mascarilla facial es habitual y para acostumbrarse pueden ser útiles ejercicios de relajación
Así, la especialista de Quirónsalud Sur apunta a la obesidad y al ronquido como factores que pueden influir en esa somnolencia diurna, al margen del índice de alteración respiratoria. “Además, la somnolencia debida a privación de sueño por falta de horas dedicadas al sueño podría inducirnos a creer en un mal uso o adaptación a la CPAP, cuando en realidad detrás hay una mala higiene del sueño”, sostiene.
La doctora Rubio subraya que parece ser que los estados de bajada de oxígeno en sangre por la noche (o hipoxia) de manera crónica y fruto de las apneas/hipopneas podrían deteriorar las estructuras cerebrales que luego deben mantenernos alerta durante el día. “También es necesario revisar la medicación que está tomando el paciente, ya que podría ser esta la causa de que persista el cansancio o la somnolencia diurna, dado que algunos de esos fármacos son sedantes y producen somnolencia residual diurna”, aprecia.
Asimismo, esta especialista en sueño resalta que en pacientes depresivos la queja de somnolencia persistente después de comenzar con CPAP podría deberse más bien a que continúen con una falta de mejoría del estado anímico después del tratamiento y lo confundan con cansancio o somnolencia.
Problemas con el uso de la cpap
Igualmente, el paciente puede presentar problemas frecuentes al inicio o durante el sueño asociados al uso de la CPAP: sequedad ocular, congestión nasal, fugas de aire, intolerancia al ruido de la máquina, irritación cutánea por la mascarilla facial o sensación de recibir demasiado aire.
Es necesario revisar la medicación que está tomando el paciente, ya que podría ser esta la causa de que persista el cansancio
El tamaño o forma inadecuada de la mascarilla de CPAP puede provocar problemas de fugas, así como dolor facial o incluso heridas; de ahí que insista en que cada persona necesita una mascarilla facial adecuada a su morfología, teniendo en cuenta si hay algún problema de obstrucción nasal o de alteración dentofacial. “Hay mascarillas nasales y otras nasobucales en función de la necesidad de cada persona”, agrega.
Reconoce también la doctora Rubio que no todos los pacientes se acostumbran fácilmente a usar el dispositivo toda la noche, lo que puede provocar que en mitad de la noche prescindan de él o su uso se convierta en esporádico, cuando es recomendable usarlo todas las noches e, incluso, en las siestas.
Otra de las cosas que puede ocurrir es una dificultad para tolerar el aire forzado. “Para minimizar esta molestia hay dos alternativas: poner una rampa inicial de presión en la máquina para que su aumento sea gradual o las Auto CPAP, que regulan la presión a lo largo de la noche de manera automática en función de las necesidades”, precisa la experta.
La especialista del departamento de Neurofisiología del Hospital Quirónsalud Sur de Madrid subraya que sentir la nariz seca o tapada no es infrecuente y recomienda para mitigar esto el empleo de CPAP con humidificador o usar un aerosol de solución salina nasal a la hora de acostarse.
“Sentir cierta claustrofobia con la mascarilla facial es también habitual y para acostumbrarse a la mascarilla nasal pueden ser útiles los ejercicios de relajación muscular progresiva. También podemos encontrarnos con problemas de fugas, irritación de la piel o úlceras por presión. Los problemas de fugas indican un mal ajuste o tamaño de la mascarilla. El aire puede provocar, incluso, que los ojos lagrimeen o se sequen”, añade.
Hay mascarillas nasales y otras nasobucales en función de la necesidad de cada persona
Asimismo, la sensación de boca seca por dormir con la boca abierta puede mejorarse con una correa que mantenga la boca cerrada o con el uso de mascarilla nasobucal con humidificador. “El ruido de algunas CPAP más antiguas puede ser molesto e interrumpir el sueño. En general las máquinas más modernas son silenciosas y debe verificarse que el filtro está limpio y desbloqueado. Separar la CPAP del lado de la cama para alejar el ruido o usar tapones también puede ser de ayuda”, sugiere.
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