Hasta la presentación de resultados empresariales correspondientes al ejercicio 2021 vienen marcados por el runrún de estos días en los cuarteles generales de las grandes empresas, sobre todo bancarias, así como en los centros de gestión política. Cuanto más repite Pedro Sánchez que agotará la legislatura -y lo hará, si puede- más se dispara el rumor de una convocatoria de elecciones anticipadas para la primavera, para mayo o junio. No olvidemos que, el 1 de junio de este año, Sánchez cumplirá cuatro años en Moncloa, una legislatura. Sí, una legislatura un tanto especial, pues no es tal legislatura, pero cuatro años, a fin de cuentas. Y que, además, el Sanchismo ha degenerado en tal despropósito, ha degenerado en un Frente Popular guerracivilista, que ahora toca la Operación Bambi, que es como alguien ha calificado el movimiento de Sánchez para volver a ser coronado como estadista (recuerden que tiene al alcance de la mano la Presidencia de la Unión Europea) moderado, olvidar su alianza con Podemos y evocar pactos de legislatura con Casado con la correspondiente vuelta la bipartidismo PSOE-PP. 

En cualquier caso,  la cuestión es: ¿habrá elecciones en primavera? Porque, no nos engañemos, eso supondría el fin del bipartidismo.

El diálogo PSOE-Podemos simplemente no existe. Y a Yolanda Díaz se le acaba el tiempo. Sus mayores enemigos están en Podemos

Esta y no otra cosa es la que preocupa al Ibex y a lo que queda del tejido industrial español. Ahora bien, la respuesta es: Sánchez no convocará elecciones generales a no ser que se vea forzado a ello: por los resultados electorales en Castilla y León, en  Andalucía... por Yolanda Díaz, por la crisis económica que ya ni la mentira de Calviño puede ocultar... o por todas esas cosas al mismo tiempo.

Por partes: el diálogo PSOE-Podemos simplemente no existe. Margarita Robles, el enemigo número uno de Podemos, ha aprovechado la crisis de Ucrania para arremeter hasta contra Pablo Iglesias. Asegura que el exvicepresidente tiene mucho tiempo libre y sólo dice tonterías. Pero es que son las mismas tonterías que profiere su socio de Gobierno: en Ucrania, paz y diálogo. ¿Y si Putin no quiere? Es igual, más paz y más diálogo. Y cuando el ejército ruso invada Ucrania... más diálogo.

Mientras, Calviño asegura que Omicron no está teniendo consecuencias económicas. No es cierto: las bajas laborales se han disparado y se está ensanchando la España de los vagos y funcionarios, que no de autónomos y emprendedores

Por otra parte, a la más popular, a Yolanda Díaz se le acaba el tiempo entre otra cosas porque sus mayores enemigos están en Podemos. Pero también porque, a medida que va destacándose como una alternativa a Sánchez se deja ver su indigencia mental. Caramba, que doña Yolanda es un 'bluf'... hasta demasiado evidente.

Mientras, la gran embustera, Nadia Calviño asegura que Omicron no está teniendo consecuencias económicas. No es cierto: las bajas laborales se han disparado y, lo que es peor, se está ensanchando la España de los vagos subvencionados y de los funcionarios, mientras remite la España más productiva, la de los autónomos y emprendedores.

En el entretanto, el líder del PP, Pablo Casado, juega a que Ciudadanos y Podemos desaparezcan. No es tarea fácil, sobre todo lo segundo. Puede que Ciudadanos agonice pero desde el Gobierno le aplican morfina para que el cadáver viviente aguante lo más posible y haga daño al PP en forma de ley D'Hondt. Mientras, Vox parece haber renunciado a gobernar -mala cosa- y se queda con el guardián de la esencias. Un error porque a los guardianes de las esencias sólo se les hace caso a la hora de formar Gobierno. Luego se les olvida durante le resto de la legislatura.

Pablo Casado juega a que Ciudadanos y Podemos desaparezcan. No es tarea fácil, sobre todo lo segundo

Y esto es un problema porque recuerden que el único partido político presente en el Parlamento, compatible hoy con los principios de la España católica... es Vox. Y no compatible al 100 por 100 pero, al menos, digo, compatible con los principios no negociables para un cristiano: vida, familia, libertad de enseñanza y bien común.

La Operación Bambi o conversión de Sánchez en un estadista moderado -el doctor Jekyll- es lo que posibilitaría una convocatoria de elecciones anticipadas. Ahora bien, si se puede quedar en Moncloa como un Mr. Hyde frentepopulista... también lo hará. Pedro es muy versátil: puede jugar cualquiera de los dos papeles. Lo importante es permanecer en Moncloa.

Naturalmente, a nadie se le escapa que la operación Bambi parte de y se orienta a, una vuelta al bipartidismo PSOE-PP.