Pedro Sánchez es un demagogo perfectamente entrenado. La Cumbre de presidentes autonómicos de La Palma ha demostrado que el presidente del Gobierno es un especialista en convertir sus continuados fracasos, por lo general producto de su cobardía, en éxito fulgurante. Con una apostilla: si no fuera posible ocultar su fracaso, la culpa es de la derecha, que no "arrima el hombro". Todo ello con un llamado permanente a la unidad, entendida siempre de esta forma: si no me secundas, estás rompiendo la unidad que nos piden los españoles: eres un ultra.

Pues bien, la Cumbre de la Palma se ha saldado con otro éxito del 'APM', que no es la Asociación de la prensa de Madrid sino el Aparato de Propaganda de Moncloa. Sánchez no ha dejado de reprocharle a la oposición que todos los partidos deben estar unidos tras la entrada del ejército ruso en Ucrania (¡¡...!!).

El matrix mediático al servicio de Moncloa ha vuelto a convertir la propaganda del PSOE en éxito "de país"

Además, según los servicios de propaganda de Moncloa nuevamente queda claro que es Sánchez, hazmerreír del planeta, quien, en el mundo mundial, lidera el ejército que ha plantado cara al tal Vladimir.

Todo ello cuando tenemos que soportar el bochorno de que España acoja a 12.000 ucranianos, mientras la xenófoba, homófoba y, en resumen, fascista Polonia haya acogido a 1.200.000 ucranianos... y eso que los polacos saben que el siguiente objetivo de Moscú podría ser Varsovia, peligro que no corre el cobardica de Sánchez.

¡Ah! y por si acaso se produce un fracaso en la respuesta a las consecuencias económicas de la invasión, me curo en salud con la advertencia de que se acercan tiempos difíciles para la economía española y pongo en marcha dos campañas: le echo la culpa a la oposición por no "arrimar el hombro" y a Putin, que al parecer es quien ha disparado la inflación por los precios del gas ruso... que ya llevaban disparados cerca de un año.

En cualquier caso, Feijóo, que tonto no es, tan solo es un progre de derechas, ha tenido el acierto de preguntarle a Sánchez, eso de... ¿unidad en torno a qué? Mientras asegura que su PP apoyará al PSOE le reprocha a Sánchez que no haya concretado las medidas económicas que va a adoptar para compensar el desastre de la invasión putinesca.

En  resumen, Sánchez ha conseguido otro éxito propagandístico. En este caso no ha dudado, una vez más, en utilizar la figura que tiene secuestrada, la del Rey Felipe VI, en provecho propio. El Rey siempre tiene que hablar de unidad de España, naturalmente, pero con su apelación de este fin de semana, una vez más, Felipe VI no ha hecho otra cosa que colaborar con la propaganda monclovita, el verdadero jefe del Estado, para que pueda ocultar su bochorno ucraniano y la consecuencia lógica de la invasión: hay que reducir el déficit fiscal español, a costa de reducir el Estado del Bienestar, no hay otra forma, y no como pretenden socialistas y podemitas: aumentando déficit y deuda.

En el entretanto, el matrix mediático al servicio de Moncloa ha vuelto a convertir la propaganda del PSOE en un éxito "de país". Los medios públicos y el Grupo Prisa, sin vergüenza alguna, alaban al prócer Pedro. Pero lo peor son el resto de canales de TV privados presentes en La Palma que repiten como loros los comunicados de Moncloa: ¡Dios nos libre de la funesta tarea de pensar! Podríamos comprometernos.

No es que Feijóo haya caído en la trampa de Moncloa: es que Feijóo forma parte de la trampa. Mientras, el único presidente que se ha atrevido a criticar los 21.000 millones de euros para feminismo ha sido una mujer: Isabel Ayuso

Entiéndase: no es que Feijóo haya caído en la trampa de Moncloa: es que Feijóo forma parte de la trampa progre. Insisto: Sánchez ha conseguido el líder opositor que quería: un progre de derechas. Y entre un progre de izquierdas y otro de derechas, es decir, en una batalla frivolona entre dos mester de progresía, Feijóo progre de derechas, y Sánchez, progre de izquierdas, si hablamos de la batalla de la banalidad progre, la izquierda presenta el formato original y siempre triunfará.

Mientras, el único presidente que se ha atrevido a criticar los 21.000 millones de euros para feminismo ha sido una mujer: Isabel Ayuso. En efecto, señor Sánchez, ¿necesita usted dinero para compensar el IPC provocado por la guerra? Pues suprima el plan feminista de más de 21.000 millones de euros de la profunda pensadora Irene Montero y dedique ese dinero a ayudar a las familias españolas... o ucranianas. Naturalmente, el comentario de Ayuso no ha gustado ni en Moncloa ni en Génova.