El juez Juan Carlos Peinado, titular del juzgado de Instrucción Nº 41 de Madrid, investiga a Begoña Gómez por los presuntos delitos de malversación, tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida e intrusismo.

El pasado mes de agosto, el juez Peinado decidió imputar a la mujer del presidente del Gobierno por un nuevo delito, el de malversación por el posible uso de fondos públicos en el trabajo de su ayudante en Moncloa, Cristina Álvarez. En concreto, por posible «desviación de fondos públicos en favor de intereses privados», al presuntamente emplear tiempo de su trabajo en realizar gestiones para los negocios privados de Gómez. Como por ejemplo, el correo que envió Álvarez a la directora de Comunicación Institucional y RSE de Reale, Pilar Suárez-Inclán, que decía así: «PD: Me dice Begoña que te traslade que le encantaría que sigáis como patronos de la cátedra, aunque sea con una cantidad inferior. Dispuestos a colaborar con vosotros en lo que necesitéis». 

El juez citó a declarar a ambas para el día de hoy, 10 de septiembre. 

La primera en llegar al juzgado de Instrucción Nº 41 de Madrid ha sido Cristina Álvarez, quien se ha acogido a su derecho a no declarar.

Después llegaba la esposa del presidente del Gobierno, quien ha reconocido ante el juez Peinado que Álvarez realizó para ella, de forma “excepcional”, alguna gestión de carácter privado, como “un favor”. Pero que esas tareas “no afectaron a las funciones que Álvarez tenía asignadas por parte de Presidencia del Gobierno”.

Sin embargo, según informa hoy El Debate, Gómez utilizó a Álvarez para contactar con dos grandes empresas del Ibex 35 y pedirles ayuda económica para los proyectos -el máster y la cátedra- que la esposa del presidente desarrollaba desde la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Después de acceder a apoyar económicamente los proyectos de Gómez, ambos empresarios recibieron de Moncloa el siguiente mensaje: «El presidente lo quiere agradecer».  

Recordemos que el contexto de esta noticia es el salto al primer plano de la actualidad de las saunas sexuales -homo y hetero del suegro de Pedro Sánchez, Sabiniano Gómez (el padre de Begoña Gómez, ya fallecido), después de la la alusión que hizo a ellas el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en un reciente debate en el Congreso: "Ha tenido usted el cuajo de compararse conmigo. Oiga, ¿pero con quién está viviendo usted? ¿Pero de qué prostíbulos ha vivido usted? Partícipe a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución y ahora quiere usted ilegalizar su biografía. Allá usted, señoría".

Desde esa declaración de Núñez Feijóo, las noticias de las saunas sexuales de la familia de Begoña se han venido sucediendo. Y también, las alusiones de los populares. 

Sin ir más lejos, el pasado 8 de agosto, en una entrevista en Telecinco, el líder del PP insistía: "Buena parte del patrimonio familiar viene por ingresos del abominable negocio de la prostitución". "La bajeza moral de Sánchez al haber vivido de la prostitución es incompatible con ser presidente". "No sabía que la mujer había trabajado en esos lugares, que los pagos se hacían en sobres, que había proxenetismo y droga". 

Y hoy miércoles, en la sesión de control al Gobierno, la portavoz del PP, Ester Muñoz, ha señalado: "Sánchez sabía lo de Ábalos y lo tapó, sabía que en las saunas de su familia política había prostitución y lo tapó”.