En un reino y a su gobierno,
cualquier cambio aunque pequeño,
que afecte a su seguridad,
siempre sospechoso resultará.
Y en juego, su supervivencia pondrá.
 
En un reino y a su gobierno,
la justicia que merece el pueblo,
manosear no se puede dejar,
pues del reino es su gran pilar.
Y si ésta cae, el reino caerá
 
En un reino y a su gobierno,
el rey, debe velar por el pueblo,
fijándose en los cambios pequeños,
que a la justicia y la seguridad,
inquietan y pueden perturbar.
 
En un reino y a su gobierno,
si éste esos cambios promueve,
y su jefe se deja alabar
como si él fuera ya el mandamás;
el rey sin tardanza, debe actuar.
 
En un reino y a su gobierno,
si de lo anterior, cuenta no tuviera,
en peligro su supervivencia está.
Pobre gente, pobre sufrido pueblo,
su reino y el trono a caer volverá.