- La ventaja: en Siria e Iraq ya no operan como terroristas sino como ejército: sabemos dónde están. Es el momento.
En un mismo día cuatro estados:
dos en África, uno en Europa y un cuarto en Asia. Ninguno de los cuales está controlado por el Califato Islámico. Y en el estilo habitual del
terrorismo musulmán: asesinar por asesinar, a quien me pille por delante, hombre, mujer o niño.
¿A qué espera Occidente? Ya debería estar creando la fuerza multilateral para entrar en Siria e Iraq y aniquilar el Estado islámico. No se dan cuenta de que ahora los tenemos a todos juntos, sabemos dónde están. Han pasado de terroristas que se esconden tras la sociedad civil a fanáticos militarizados. Por tanto, ahora es el momento de golpear. Y golpear en todos los frentes donde se les pueda golpear, donde se han reagrupado: en Siria e Iraq, en Somalia, en Nigeria, en Libia. Y con el apoyo de los países árabes atacados.
Y el núcleo central del Estado árabe debe ser atacado con el apoyo de Siria y también de Rusia, un buen momento para que Rusia y la OCDE se unan frente al enemigo común. Y no como el disparatado Obama, que se favorece a los yihadistas y golpea a Bhasar Al Assad que era quien respetaba la libertad religiosa y combatía a los fanáticos.
Pero
nadie hace nada tras los múltiples atentados del viernes. Europa está muy preocupada con la pantomima griega y Estados Unidos con mantener una primacía mundial sin riesgos, lo cual es como un jardín sin flores.
Es el momento de declararle la guerra al Estado islámico, una guerra justa, arriesgada, como todas, y donde habrá sufrimiento, pero hay que pararles los pies a estos miserables.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com