- En la guerra contra el Estado Islámico nos jugamos el derecho más importante ahora mismo en el mundo: la libertad religiosa.
- Y el presidente sirio puede ser un dictador… pero respeta la libertad religiosa de los cristianos.
- Siria es irresoluble sin Bashar al-Asad.
- Y Barack Obama sigue metiendo la pata.
Insisto, Probablemente
José Manuel García Margallo (
en la imagen)
sea la cabeza mejor amueblada del Ejecutivo Rajoy. Si ya sé que eso no es mucho decir, pero…
El miércoles, el canciller español utilizó la tribuna del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en el marco de la Asamblea general, para arrearle un mandoble a Barack Obama acerca de la guerra en Siria: "
tenemos un enemigo común", advirtió, así que dejen de pegarse entre sí. Propuso un pacto global contra el Estado Islámico (que afectaría tanto a la intervención militar en Siria como a la marea refugiados que se han producido) y lanzó una concreción muy clara para las elecciones en Siria: primero derrotemos a ese enemigo común, el Estado Islámico, luego convoquemos elecciones y entonces veremos quién tiene legitimidad para concurrir a ellas y quién no.
La intervención de Margallo significa dos cosas:
1.Que
España habló -no lo hacía desde mucho tiempo atrás- con voz propia y…
2- Que España dejó de hacer seguidismo de Washington y ha decidido contar con Bashar al-Asad, o, al menos, no cerrarle las puertas de entrada, como elemento imprescindible para acabar con el Estado Islámico.
Y todo esto mientras el peor presidente de la historia reciente de USA se empeña en ocultar sus fiascos del pasado (Libia, Egipto, Iraq, Siria, Nigeria, Somalia) e insiste en arremeter contra Bashar al-Asad, probablemente para repetir sus éxitos en Iraq, Egipto, Libia, Nigeria, etc.
En Siria nos jugamos mucho, incluso más que en Israel. Rusia está actuando con acierto, Estados Unidos no hace otra cosa que meter la pata. El Pentágono asegura que Rusia está bombardeando a los opositores a Damasco y no al Estado islámico. Pero hombre, si los opositores de Bashar al-Asad no son más que el Califato o Al Qaeda. Los cristianos vivían bien con él.
Y lo que nos jugamos en Siria es muy sencillo: se llama libertad religiosa y es la clave del mundo político actual.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com