- Al club de amigos del Cardenal Kasper se les ha franqueado la puerta.
- Y se han quedado fuera esos a los que se les entiende todo: es que decían lo de siempre.
- El Papa Francisco tiene razón: hay que rezar mucho por el Sínodo… y hasta por los sinodales.
- En Roma estarán presentes muchos experimentadores del dogma, una profesión con mucha oferta últimamente.
El Sínodo sobre la Familia (segunda parte, que es la más interesante, tal que en octubre)
se presenta con un marcado carácter progresista. Lean a Magister. En plata: que algunos reaccionarios han sido sacados fuera mientras los prelados progres, los experimentadores del dogma y la doctrina, amenazan con conseguir la mayoría,
siguiendo las huellas del cardenal Kasper (
en la imagen). No, no me refiero al fantasma, sino al partidario de ofrecer la comunión a los que viven en
situación irregular. O sea, aprobar, o al menos no condenar, el sacrilegio. Naturalmente en nombre de la misericordia.
¿Qué es Kasperismo? No es nada pero, si fuera algo, consistiría en un cristianismo cómodo, en ponerlo fácil, confundiendo así lo profundo con lo alambicado y la clemencia con la traición.
Weigel, el biógrafo de Juan Pablo II, lo explica mucho mejor que yo: habla de Proporcionalismo. Es decir, que bien está eso de la doctrina pero los dogmas hay que adecuarlos a cada momento histórico. Do you understand? Buen hombre, no me sea usted reaccionario.
A todo esto, alrededor del
Sínodo (la segunda parte, que es la más interesante, como creo haber dicho antes) se ha creado una especie de
ceremonia semántica y etimológica de la confusión. Aquellos a los que se entendía lo que querían decir, por ejemplo al norteamericano
Leo Burke o al español
Reig Pla, se les ha cerrado la sinodal puerta mientras se les franquea a todos los experimentadores del dogma, una profesión con mucha oferta últimamente. Como recordó el propio
Papa Francisco, hay que rezar mucho por el Sínodo y dejarse de chismes. Ciertamente, recemos con insistencia porque, ¡joé cómo se presenta la cosa! Es más, recemos por el Sínodo y hasta por los padres sinodales.
Continuará…
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com