• Mariano Rajoy debería aspirar a que España sea más generosa que Alemania.
  • Pero no nos pasemos en el lugar común: Viktor Orbán no es el malo de la película.
Me equivoqué. Reconozco que Angela Merkel (en la imagen) me ha sorprendido. Mejor: los alemanes me han sorprendido. En verdad, parece sincera su asunción de refugiados sirios y cuando éstos le empiezan a llamar madre Merkel, ella responde hacia delante: se va a visitar albergues de refugiados. Bien por Merkel. Dicen los ingleses que cuando los alemanes se vuelven generosos es porque quieren hacerse perdonar el genocidio pero los ingleses son tipos con muy mala uva. No me creía las soflamas acogedoras de los políticos alemanes: me resultaban tan falsas como la de las alcaldesas Ada Colau y Manuela Carmena, que acogen a los refugiados con el dinero de los demás. Ya saben: yo invito, tú pagas. Y también me equivoqué con Viktor Orbán, el primer ministro húngaro, convertido ahora en el malo de la película (de griegos, serbios y macedonios nadie dice nada). Claro, como que Orbán es el único que se ha enfrentado a una Europa dominada por el sectario Nuevo Orden Mundial (NOM) y no tiene inconveniente alguno en presentarse como lo que es: cristiano (evangélico, para ser exactos). El primer ministro húngaro tiene muy claro que la emigración en sí es un mal fenómeno, pero no se ha dado cuenta de que los muros sirven para bien poco y de que, cuando tiene un niño hambriento delante tienes que ayudarle. Pero claro, como Orbán no tiene hincapié en confesarse cristiano evangélico hay que fusilarlo. Recuerden que el anterior ataque de la progresía europea contra Orbán fue por su defensa de la vida humana… que tiene bemoles, la copla. En cualquier caso, ahora es Merkel y Alemania quien están dando el do de pecho. Han pasado de las exclamaciones solidarias a los hechos, de los sentimientos a la voluntad. Ejemplo: han aprobado una financiación extra y cuando haces eso es que todo va bien. España debería hacer lo propio. Es cierto que el flujo migratorio español es el más fuerte de Europa y que España es el país del euro con más población extranjera. Y también es cierto que, entre otras cosas gracias a Merkel, España ha salido de la crisis  a costa de un esfuerzo tremendo de los españoles. Pero es igual, es el momento de atender al que sufre. Hay otros que sufren más, por ejemplo, los millones de niños asesinados en el vientre de sus madres, mucho más grave que la situación de los refugiados, que defienden muchos de los que ahora suspiran por los refugiados sirios. Y también es cierto que seguirá habiendo refugiados mientras no se le pare los pies a los fanáticos musulmanes. Y también lo es que muchos de esos fanáticos están aprovechando para colarse en nuestras fronteras. Pero ahora lo urgente prima sobre lo importante. En cualquier caso, en esto, no en la extorsión a las economías de Eurolandia a favor de Alemania, imitemos a Merkel. Ahora hay que aplaudirla y secundarla. Mariano Rajoy debería aspirar a que España sea más generosa que Alemania. Eulogio López eulogio@hispanidad.com