- Basado en los valores comunes.
- Si se trata de masones, a lo mejor se trata de valores bursátiles.
- Y Oriente Español asegura que la Iglesia española está en contacto permanente con la Gran Logia de España.
- Y a todo esto, ¿qué tiene que ver la Iglesia con una mafia panteísta, y bastante cursi, como la masonería?
El
cardenal Ravasi (
en la imagen), hombre de verbo florido y pluma enhiesta quiere abrir un diálogo con la masonería que es algo así como si un condenado a muerte estableciera un diálogo con su verdugo.
Los del mandil han mostrado sus reticencias porque, claro, hace tiempo que no intentan tirar al Tíber el
cadáver de un Papa, y claro, no puede fiarse de un organismo tan retorcido como la Iglesia, pero en pro de su acendrado espíritu negociador -como el de
Pablo Iglesias, mismamente- están dispuestos a sacrificarse.
Dice el
cardenal Guinfranco Ravasi que la cosa consiste en investigar valores comunes. Digo yo que
tratándose de masones a lo mejor se trata de valores bursátiles.
En cualquier caso, se trata de dialogar, de intercambiar ideas y principios. O sea, lo de don
José Ortega y Gasset, a quien un lechuguino se le acercó para ofrecerse a dialogar:
-Don José, ¿intercambiamos ideas?
A lo que nuestro Ortega respondió:
-No, que saldré perdiendo.
Y todo esto es bello e instructivo porque, mediante este diálogo, los católicos podremos saber (no lo creo pero se dice por decir) cuándo y cómo la masonería va a tratar de eliminar a la Iglesia.
Y el Oriente español asegura que la Iglesia española está en contacto permanente con la Gran Logia de España.
Y a todo esto, ¿
qué tiene que ver la Iglesia con una mafia panteísta, y bastante cursi, como la masonería? Nada, ningún valor común, porque la caridad no tiene nada que ver con la beneficencia, la libertad de conciencia masónica nada que ver con la libertad cristiana de cada conciencia. Para el masón,
que en el fondo es ateo, cada conciencia elabora su verdad para el cristiano y la conciencia busca la verdad. Todo sea por esos
valores comunes de cristianismo y masonería. Claro que, si se trata de masones,
a lo mejor se trata de valores bursátiles.
En cualquier caso, un idea genial. Justo ahora, en el siglo XXI, cuando la masonería ha resucitado y cada vez está más activa y provocadora, en forma de un
Nuevo Orden Mundial (NOM) cada día más agresivo con la Iglesia. Lógico: es la única que puede detenerle.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com