• La matanza de Orlando no será la última.
  • La tolerancia es el hermano menor del respeto.
  • Y el respeto exige comprobar la parte de verdad del adversario.
  • Pero, sobre todo, está la dignidad humana.
Es imposible prever el futuro, que es un niño en las rodillas de los dioses. Pero yo diría que la matanza de Orlando no será la última. No hablo de nuevas matanzas de homosexuales, sino matanzas contra todos: nacidos, no nacidos, hombres y mujeres, negros y blancos. Este mundo se está volviendo violento. ¿De verdad pensamos que limitando el uso de armas, o predicando la tolerancia o una especie de religión civil universal se va a solucionar la violencia? La tolerancia no basta. A las personas no se las tolera, se las respeta, y el respeto exige ver la parte de verdad que hay en el adversario. Pero, por encima de eso, lo que ha perdido el mundo es la confianza en Cristo y la convicción en la dignidad de los hijos de Dios. Hasta en las mismas fieras vengará Dios la muerte del hombre. Porque el hombre es hijo de Dios. Dicho de otra forma, la violencia se dispara en todo el mundo y por cualquier motivo, porque el hombre ha prescindido de Cristo. Y entonces es cuando sólo le queda el homicidio. Eulogio López eulogio@hispanidad.com