- La arrogancia de la presidenta de la JUR provoca el mayor rapapolvo a un directivo europeo, en sede parlamentaria.
- Y es que la 'fuhrer' König hace en España lo que no se atreve hacer en Italia.
- Y el Gobierno español, cornudo y apaleado.
La comparecencia de
Elke König en el Parlamento, en la comisión sobre la
crisis bancaria, que incluye la resolución del
Popular (lunes 11 de diciembre) terminó con la bronca más potente que se ha llevado jamás un directivo europeo de visita institucional en nuestro país.
Bronca completamente justificada por la arrogancia mostrada por doña Elke (
en la imagen, a la derecha) durante toda su intervención.
Lo cierto es que la alemana no respondió a prácticamente ninguna de las cuestiones que le plantearon los portavoces a pesar de que se tomó un descanso de media hora para, supuestamente, preparar las respuestas. Y la pregunta del millón: ¿
Para qué necesita un séquito de cuatro mujeres que le seguían a todas partes?
"Esto es un parlamento nacional que forma parte del parlamento europeo y
que no se puede equiparar con despachos de abogados", le aclaró la presidenta de la comisión,
Ana Oramas (
en la imagen, a la izquierda), antes de finalizar la sesión.
Está claro que la 'fuhrer' König hace en España lo que no se atreve hacer, por ejemplo, en Italia. Interviene el Popular y a las pocas semanas deja que sea el Gobierno italiano
el que afronte la situación del Banco Popolare di Vicenza y de Veneto Banca. Y es que el Popular sirvió de conejillo de indias del nuevo mecanismo de resolución.
La diferencia entre España e Italia es grande. Mientras el primero admitió el
rescate a la banca y todo lo que eso implicó, Italia ha preferido arreglárselas sola. ¿Para qué necesito a Bruselas si puedo rescatar a mis propios bancos y ahorrarme los intereses del préstamo europeo?
Porque esa es otra:
König no hubiera hecho nada sin el visto bueno del Gobierno español. Es más, el FROB fue el brazo ejecutor de la JUR y König se encargó de que esto quedara claro. "Trataré de dar respuesta a las preguntas que puedan tener. Si éstas se refieren a la
ejecución de la decisión, corresponderá al Sr. Ponce contestarlas en su futura comparecencia", señaló a los portavoces parlamentarios.
Por eso,
la intervención de Carlos Floriano (PP) fue la más benévola con la directiva alemana, en el fondo y en la forma. Mientras,
Jaime Ponce (FROB) permanecía impasible junto a König.
Ya está bien.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com