- Cuando la gente se casa tiene que saber a qué se está comprometiendo. Y si no lo sabe, que no se case.
Decíamos ayer que no se debe correr con mangueras a las inundaciones y con barcas a los incendios. Porque ahora mismo el problema no es la nulidad matrimonial sino el matrimonio en sí mismo. ¿Cuántos y cuántas se casan por la Iglesia sin tener la menor idea de aquello a lo que se comprometen o sencillamente orillando el compromiso? ¿No sería mejor poner más difícil el acceso al matrimonio en lugar de facilitar la nulidad del mismo?
Palabras recogidas de la introducción al 'motu proprio' sobre nulidad matrimonial: uno de los objetivos del documento parece ser "
pacificar la conciencia de muchos católicos": la conciencia se pacifica cuando hace lo justo, aunque cueste, no cuando cambia la norma para que lo injusto resulte legal.
Este es un punto clave de la actualidad cristiana: el camino estrecho. Creo que
la misericordia de Dios tiene muy poco que ver con los caminos anchos en los que todo está permitido y donde todo son almohadones para pisar blando. La vida del hombre sobre la tierra es drama y lucha, vivido y librada con el consuelo de la misericordia de Cristo.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com