- Más que facilitar la nulidad, dificultemos el acceso al matrimonio con la exigencia de un compromiso auténtico.
- Todos aquellos que realizan todo tipo de contratos civiles, mercantiles y laborales, para los que tienen toda la capacidad psicológica… no son capaces de saber a qué se comprometieron cuando se casaron.
Decíamos ayer que la
nulidad exprés no es buena, pues la anulación del matrimonio no debería ponerse fácil, sino difícil. ¿Que tardan mucho? No son muchos dos años, cuando lo que estás diciendo es que no existió un vínculo por el que libremente te comprometiste con alguien
y ante Dios para toda la vida.
Pero, en cualquier caso, lo que me preocupa es que volvemos a lo que denunciaba
Clive Lewis: corremos con mangueras a las inundaciones y con barcas a los incendios.
Juan Pablo II y Benedicto XVI comenzaron sus pontificados con sendas reuniones con el
Tribunal de La Rota para pedirles... ¡menos frivolidad en la ruptura del vínculo!
El Vaticano ha dejado claro el pasado martes, durante la presentación del 'motu proprio' del Pontífice, que esto no tiene nada que ver con un divorcio católico. La Iglesia no rompe el vínculo sino que dice que el vínculo no existió. Y es cierto que el 'motu proprio'
no cambia los criterios por los que se decide si el matrimonio es válido o nulo pero es que algunos pensamos que sí deberían cambiarse… para cerrar la vía a la estafa actual de muchos que pretenden dejar a la parienta porque ya viven con el recambio.
Sobre todo, cuando la nulidad se produce por "
graves defectos" en el discernimiento -de él, de ella o de ambos- sobre lo que comporta el
compromiso matrimonial cristiano. Ya saben, la ruta psicológica hacia la ruptura. Y la psicología es una ciencia muy poco exacta.
Se nos dice que con el 'motu proprio'
no se tocan los criterios para la nulidad, es decir, lo importante. Pues yo creo que sí deberían tocarse. Pero, ojo, para endurecer el proceso, pues la nulidad del matrimonio no debería depender de la condición psíquica de los esposos. Al parecer,
todos aquellos que realizan todo tipo de contratos civiles, mercantiles y laborales, para los que tiene toda la capacidad psicológica, no son capaces de saber a qué se comprometieron cuando se casaron.
No me lo creo, claro, como no se lo cree nadie, pero, en cualquier caso, si la gente no se toma en serio el matrimonio, la solución no es facilitar la nulidad sino… hacer que los contrayentes se tomen en serio el matrimonio.
No hay que facilitar la ruptura del vínculo sino poner más difícil el acceso al vínculo. Cuando hay sospechas de que él o ella, o ambos, no se están tomando en serio el matrimonio, se les prohíbe el acceso.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com