- Claro que suscitan debates éticos.
- Pero es que la utilización de embriones como cobayas de laboratorio es, además, una estafa.
- No han curado a nadie pero han eliminado a muchos.
- Han servido para derrochar dinero público y han quedado desfasados. Pero se siguen utilizando. Todo muy progre.
Leído en La Razón. Un divulgador científico habla de las enormes posibilidades de la células embrionarias para luego concluir que con
células adultas puede conseguir la misma potencialidad para cerrar tejidos y órganos. Como remoquete nos informa de que acerca de las
células embrionarias puede suscitar debates éticos. ¿Por qué será?
Habrá que aclarar lo siguiente:
- No son células embrionarias, son embriones humanos, es decir, personas, es decir, aquello que estamos siendo usted y yo. Por tanto, no se pueden trocear porque troceándolos como si fuera una cosa, te cargas a la persona. No hay debate ético. Simplemente los embriones humanos no se tocan.
- Si los embriones pueden multiplicarse también las células adultas, que no matan a nadie y encima no producen rechazos. Esas, las que no suscitan debates éticos, sí que curan.
Entonces, ¿por qué puñetas se continúa eliminando
embriones humanos? Parece la historia del mal por el mal, también llamada perversión.
Pues bien, esa perversión es lo que primero hizo un tal
Barack Obama al llegar a la
Casa Blanca hace ocho años. En una operación propagandística ligeramente repugnante se rodeó de 'científicos' y
anunció la financiación pública de investigaciones con embriones humanos. Sigue siendo, ocho años después, un progresista: no curó ni una gripe, mató personas, se gastó el dinero… y jamás rectificó. Lo dicho: un progresista.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com