La fiesta cristiana de Todos los Santos implica creencia en la vida eterna, no en la muerte
Mejor no entrar en los orígenes druídicos de la Fiesta de Halloween. Sencillamente, no celebre usted Halloween: es satánico y muy hortera. Satánico en el fondo y hortera en la forma.
Como si el miedo a la muerte pudiera conjurarse con calabazas
Es una perversión de la fiesta cristiana de Todos los Santos, que implica creencia en la vida eterna, no en la muerte. Y bastante ridícula: como si el miedo a la muerte -que de eso se trata- pudiera conjurarse con calabazas.
En el calendario cristiano, la Fiesta de todos los difuntos sigue a la de todos los santos precisamente porque el cristiano cree en la vida eterna y que el tránsito sólo es eso: el paso a una vida mejor.
Y un peligro añadido: acostumbra a los pequeños a lo feo
Halloween, además, posee un peligro añadido: acostumbra a los niños al feísmo, a la exaltación de la muerte.