"Dios intervenía mucho en la vida del hombre en los tiempos bíblicos y ahora ya no; quizá se lo haya tragado un agujero negro". Esta afirmación tan graciosísima es de José Edelstein (en la imagen), profesor de Física Teórica de la Universidad de Santiago de Compostela, en entrevista para el diario ovetense La Nueva España.
Porque lo más anti-científico y anti-racional es convertir la ciencia en religión. La religión no sufre pero lo que es la ciencia…

El chico está intentando vender su último libro de 'divulgación científica' y naturalmente necesita epatarnos un pelín, a un país como éste, tan atrasado que "sólo tiene dos nobeles de ciencia, como Luxemburgo", lo cual según don José, es "una vergüenza".

Y lo cierto es que cabe la posibilidad de que en breve tengamos un tercer nobel de Ciencia, de nombre José Edelstein.

El mismo nombre de física teórica demuestra que el empirismo sólo ha renunciado y denunciado a la filosofía, y con ella a la teología, es decir, a las verdades naturales y a las sobrenaturales, para ocupar su lugar. Porque claro, los empiristas nacieron para terminar con la metafísica y de pronto se encontraron con la eterna maldición de la ciencia: es tan poco lo que se puede explicar con la 'práctica' que nos hace volver una y otra vez a la teoría. Es tan poquito lo que nos puede decir la ciencia que tenemos que recurrir a la filosofía.

La ciencia empírica inventada por los Edelstein que se ríen de la Biblia, está tan ceñida a la materia que no puede explicarnos ni el 0,1% de la realidad. Entre otras cosas, porque el único pensamiento científico es el que hace el hombre, ser anfibio de cuerpo y alma, o de materia y espíritu si lo prefieren. Y así, la ciencia, tras ocupar el territorio de la filosofía tuvo que darse a la teoría e inventó la física teórica, es decir, la física no demostrable ¿A qué otra cosa podría darse, si no?

Eso sí, quizás por pecado de juventud, los empiristas tipo Edelstein sustituyeron a los filósofos con una pedantería inigualable que les lleva, por ejemplo, a deducir que, como ellos niegan a Dios  por principio, es decir, por prejuicio, la demostración de su negativa está en que antes -según la Biblia, que también niegan- el tal dios intervenía mucho en la vida del hombre y ahora nada. Un pensamiento circular, es decir, estúpido.

A ver, Edelstein, campeón: Dios no intervenía más en los tiempos bíblicos porque quedara constancia de sus intervenciones en la Biblia. Intervenía antes y ahora, por igual, o no intervenía en absoluto, ni antes ni ahora porque no existía. Para entendernos, príncipe de las mareas: Dios existe o no existe independientemente de que tú o yo creamos o no creamos en él.  

No es que la ciencia empírica sea la nueva filosofía: es que tú no tienes ni idea de filosofía y, lo que resulta más preocupante, tampoco tienes ni idea de la filosofía de la ciencia: es decir, de lo que puede dar de sí tu positivismo, más bien poca cosa.

Por ejemplo, con tu superficial cientifismo no puedes explicarme de dónde vengo ni a dónde voy pero, sobre todo, no puedes explicarme quién soy. Tampoco puedes explicarme si existe Dios… ni tan siquiera puede explicarme qué es un agujero negro y por qué se comporta como creemos que se comporta. Ninguna teología, ninguna filosofía, nos exige tanta credulidad como tu ciencia. Porque lo más anti-científico y anti-racional es convertir la ciencia en religión. La religión no sufre pero lo que es la ciencia…

Eulogio López

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