El éxito de convocatoria en la presentación del programa económico del economista Garicano para la formación Ciudadanos, de Albert Rivera, demuestra hasta qué punto está cabreado el votante del Partido Popular, deseoso de buscar alguien a quien votar que no repugne su conciencia y que, al mismo tiempo, le permita pegarle una bofetada al señor Rajoy.

Porque oiga, al menos hasta el momento, lo de Garicano tampoco es para tirar cohetes. Lo que ocurre es que el votante tradicional del PP está tan harto de Rajoy que busca cualquier excusa para enviarle a galeras.

El éxito de Ciudadanos demuestra hasta qué punto hay votantes del PP que anhelan cualquier alternativa que les permita abofetear a Rajoy 
Esto es lo curioso de la actual política española: Podemos, unos indocumentados dirigidos por un barbián de barrio, con bastante caradura y de tendencias neocomunistas han conseguido presentarse como alternativa y destrozar al histórico  PSOE. Por lo que no voy a llorar, créanme, pero tiene bemoles la copla.

Ya saben: neocon frente a neocom: neoconservadores frente a neocomunistas, el PP frente a Podemos. No hay más.

La única ideología de Rajoy es mantenerse en Moncloa y el gran objetivo de Pablemos es construirse su propio Gulag
Rajoy no es más que un neocon, una derecha pagana que en nada cree salvo en mantenerse en Moncloa. Pablo Iglesias no es más que un neocomunista, un neocom mentiroso y demagogo que busca lo mismo que Mariano: el poder a cualquier precio… y para no soltarlo nunca jamás. Y a ser posible, fabricarse su propio Gulag para todo tipo de críticos.

De esta forma, Rajoy está consiguiendo cargarse al PP, a los votantes del PP si lo prefieren. Y Pablo Iglesias ha conseguido cargarse al PSOE, liderado por un Pedro Sánchez que parece obsesionado con ponerse en ridículo.

No, la solución no consiste en nacionalizarse suizo. Este es el momento en que España nos necesita a todos: frente a Mariano y frente a Pablemos. No exagero nada.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com