Libia. Que sí, que estamos en una guerra de religión: los verdugos son los islámicos; las víctimas, los cristianos
El general Al Sisi ha tomado el poder con un golpe de Estado, pero con una asonada que pretendía que su país, Egipto, no se convirtiera en una tiranía islámica. Se trataba de cortar la tiranía de los Hermanos Musulmanes, protegidos por ese desastre con patas que es el presidente norteamericano, Barack Obama. Mientras Obama alababa a los Hermanos Musulmanes, Al Sisi les paró los pies antes de que convirtieran Egipto en una 'hermandad' fundamentalista.
Y mientras Obama y Sarkozy acababan con el régimen de Gadafi para otorgarlo a los salvajes del Ejército islámico, los mismos que ahora han degollado a 25 cristianos egipcios (cristianos, caramba, no coptos), los golpistas egipcios reaccionan ante el asesinato exhibido de 21 compatriotas cristianos con el bombardeo de Libia.
Y es que la diferencia entre Al Sisi o el sirio Bashar al Asad y Obama o Sarkozy es que éstos sí saben con quien se juegan los cuartos. Bashar al Asad y el general Al Sisi le muestran el camino a ese tonto chulesco que preside los Estados Unidos.
Eulogio López