• Si Grecia quiebra lo pagan los griegos; si Puerto Rico quiebra lo paga la clase política y los inversores en deuda.
Grecia, un pequeño país de Europa ha puesto en jaque a todo el continente porque en Europa el asunto consiste en cómo salvar a Grecia, dado que, si el gobierno de Atenas no puede pagar a los pensionistas o a los médicos, los griegos se mueren. En América, por el contrario, Puerto Rico puede entrar en quiebra y es el Gobierno, no los ciudadanos, el que no puede pagar sus deudas. Se abre un concurso de acreedores pero como las pensiones públicas son mínimas, la sanidad pública es mínima, etc., puede resultar que ocurra lo mismo que con Lehman Brothers: prelación de acreedores y pago proporcional. El último, por lo general el inversor financiero -en deuda pública- pierde. No pasa nada. Si tenía deuda es que no pasaba apuros a fin de mes. Esto es, Washington no tiene que salvar a Puerto Rico con el dinero de todos los norteamericanos para mantener la unidad política estadounidense (y eso que se trata de un Estado asociado). Bruselas, por el contrario, sí tiene que salvar a Grecia para mantener la unidad política de la UE y la unidad monetaria de Eurolandia. Además, la inacción con Grecia lo pagarían todos los griegos (por eso Tsipras puede chantajear a Europa. Sin embargo, si quiebra Puerto rico lo pagarán sus políticos. Es decir, que la diferencia está en el Estado del Bienestar, una cosa buena con consecuencias muy malas. Eulogio López eulogio@hispanidad.com