- Gimeno: sé original, vuelve al origen.
- Es decir, reduce la deuda a cero.
- Y si para eso hay que menguar, se mengua.
Tenemos grandes tragaderas. Vamos a ver, cuentas de El Corte Inglés: si vendes 14.000 millones de euros y ganas 4 (sin créditos fiscales) pues hombre no: no puedes decir que el negocio vaya viento en popa. Vamos, digo yo. No, El Corte Inglés no va bien, pero es verdad que empieza a desperezarse en ventas. Ahora bien, si las ventas te dejan un margen cero, entonces casi déjalo. Para mejorar el margen tendría que haber cerrado negocios en pérdidas y centros en pérdidas. Y no hablo sólo de centros pequeños, sino de algunos grandes, especialmente de la periferia de las grandes ciudades, por no hablar de los Hipercor, el punto más débil del grupo ahora mismo. A eso se negó siempre Isidoro Álvarez, y los Florencio Lasaga y compañía se siguen negando por un respeto malentendido a quien fue su jefe durante tantos lustros. Ahora bien, es verdad que Dimas Gimeno ha puesto en marcha un plan de rentabilidad. Sí, aunque me temo que debería ir más deprisa, que debería prescindir de los veteranos del lugar, que le tienen maniatado por un mal entendido orgullo de la firma. Segundo: se ha roto la familia Areces, que en parte ya se había empezado a romper. Esto amenaza con una batalla jurídica y lo que es peor, con una guerra de parientes. Máxime cuando es posible que Carlota Areces se haya ido de la lengua y no haya mantenido la debida reserva. Ahora bien, cuando los expulsados critican la operación Qatar tienen toda la razón. Se está regalando El Corte Inglés cuando había otra alternativa: vender activos para reducir deuda. Gimeno no puede ser un presidente tutelado, no porque sea justo o injusto sino porque ahora mismo representa la única esperanza de El Corte Inglés, que tiene un problema de gestión. Gimeno tiene un largo camino que recorrer: debe ser original, que no consiste en hacer cosas raras sino en volver al origen: un Corte Inglés que resumió su éxito en no deber un euro a nadie, ni a la banca ni a los mercados. Y si para eso hay que menguar, se mengua. Ya habrá tiempo de resurgir. Porque lo que está en juego son 100.000 puestos de trabajo. El Corte Inglés no admite dueños financieros de quita y pon. Necesita estabilidad, también en el capital y en la gestión. Eulogio López eulogio@hispanidad.com