- Mientras, el Estado Islámico asesina a 30 personas en Turquía.
- Obama y Erdogan se parecen en algo: ambos masacran a los enemigos del Estado Islámico sin tocar a éste.
- Y el Mediterráneo sur, la puerta de Europa, arde. Pero en Berlín están tranquilos: lo preocupante es Grecia.
Se quedó
muy consolado el presidente Muhamadu Buhari, tras ser recibido en la Casa Blanca por Barack Obama quien le expresó todo su apoyo para luchar contra los salvajes de Boko Haram que asesinan, violan y raptan o secuestran en su país y que ya se han declarado vasallos del Estado Islámico. A lo mejor Buhari, musulmán pero no salvaje, hubiese preferido el envío de tropas con las que combatir a los fanáticos, pero el apoyo moral de Occidente no está nada mal.
Y luego está Argelia, un país que ha sobrevivido a los fanáticos, ganadores de unas elecciones libres -eran otros tiempos- con un golpe de Estado militar. Ahora les han asesinado a unos soldados y Buteflika ha reaccionado matando a los compañeros de los asesinos: exactamente han matado a 16 yihadistas, una vez que los fanáticos mataron a 9 soldados argelinos. Los musulmanes moderados también son objetivo de los fanáticos mahometanos.
Al tiempo, Erdogan, empeñado en cargarse a sus enemigos, Bhasar Al Assad ha recibido la visita del Estado islámico: 30 civiles asesinados en un centro cultural. Estupendo, Erdogan, cada día te pareces más a Obama.
Es evidente que todo Occidente, Europa y Estados Unidos, deberían estar combatiendo de forma directa al Estado islámico, tanto en Siria como Irak, en el Magreb como en el Cuerno de África o en el golfo de ese continente, amén de adoptando medidas contra la quinta columna que el yihadismo ha introducido en Europa y América.
Mientras tanto Obama
ofrece apoyo moral: es buen chaval.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com