Cumbre de las Américas. Cuando USA tenga un presidente negro y el mundo un Papa argentino
Chiste argentino: tras la revolución cubana el Ché Guevara pregunta en La Habana a Castro (ambos en la imagen):
-Oye Fidel, ¿tú crees que algún día tendremos una relación normal con Estados Unidos?
-Sí, mira, cuando USA tenga un presidente negro y el Papa sea como tú, argentino.
El mundo ha dado muchas vueltas en este último medio siglo, ciertamente, pero no nos quedemos en la espuma exterior.Fidel Castro es hoy un residuo de la revolución comunista violenta de antaño, en un mundo en el que los comunistas quieren llegar al poder al estilo Chávez, también conocido como estilo Podemos: es decir, democráticamente. Y además, permanecer en el poder por las urnas, a costa de manipular a la opinión pública. Es decir, que los revolucionarios violentos eran mucho más sinceros que los actuales, si bien más bestias.
Como ya he dicho en otras ocasiones, yo también quería un presidente negro en la Casa Blanca, pero no a Obama, que es un desastre. Obama no sólo ha polarizado Estados Unidos sino que nos vende progresismo: ya saben, caca, culo, pedo, pis; esto es, aborto, homomonio, ideología de género, 300 tipos de familia y propiedad pública, es decir, el poder para los políticos y contra la persona.
La Cumbre de las Américas llega en un momento en el que los extremos se tocan: capitalismo y comunismo unidos bajo un mismo engañabobos: la propiedad pública y, en más genérico y peligroso, el poder de lo público sobre lo privado. Es decir, el poder de la casta, sea de izquierdas y de derechas. Un mundo de propiedad fiduciaria, sea en manos del partido o en manos de un fondo de inversión, y un mundo en el que lo que importa es la humanidad, que no el hombre. Pero lo malo del hombre es eso: nunca es capaz de abarcar a la humanidad, aunque sí a otros hombres concretos o en discretos grupos de a cinco.
En otras palabras: Obama pude abrazar a Fidel Castro porque ambos son progres. Uno es un progre capitalista, el otro es un progre socialista. Pero el adjetivo es lo de menos.
La única alternativa al capitalismo y al socialismo progre es el cristianismo, esa cosmovisión donde el hombre es más importante que la humanidad.
Eulogio López