- Si quieres salvar al planeta, planta árboles.
- Pero conste que eso resulta caro, lento y socialmente no muy gratificante
- Los ecologistas nunca hablan en positivo. Por ejemplo, nunca hablan de reforestar el planeta.
- Se les da mucho mejor emplazarnos para el próximo apocalipsis… climático.
- Y en el entretanto, los eco-profesionales continúan haciendo turismo verde, recorriendo el herido planeta con sus lamentos jeremiacos.
-
Y los políticos verdes, ídem.
Por la
especulación financiera contra el cambio climático. Ya tenemos el bitcoin, que en mi opinión sigue siendo una estafa,
se gane dinero o se pierda, contra el cambio climático. En el entretanto, la matraca (que dirá el compañero de celda del independentista
Jordi Sánchez) con el cambio climático continúa.
De la Cumbre de Bonn a la Cumbre de Katowice. Y luego a por otra que realce el turismo de los ecologistas. Y todas ellas constituyen "la última oportunidad". De hecho, lo lleva constituyendo desde hace muchas oportunidades y de idénticas convocatorias.
Es curioso, los ecologistas nunca hablan en positivo: por ejemplo, nunca habla de reforestar el planeta, olvidando interesadamente, que los árboles no constituyen una de las claves del clima. Pero es que eso sería hablar en positivo. Claro, a un panteísta se le da mejor advertirnos sobre el apocalipsis... que evitar el apocalipsis climático.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com