- La persecución externa, en Madrid capitaneada por el PP…
- …y la interna: católicos, también miembros de la jerarquía, marginando a otros católicos coherentes.
- Cristina Cifuentes 'chantajea' al colegio católico Juan Pablo II.
- Sería de agradecer que la jerarquía eclesiástica ayudara más al centro.
- Y que los colegios católicos se solidarizaran con el cole.
- Y que los votantes católicos no votaran a Cifuentes.
- Y que de una vez por todas: cambiemos de modelo educativo: acabar con el perverso concierto y entrar el en cheque escolar.
- Mientras, Cope y 13TV calladitas.
- El secretario y vicesecretario de la Conferencia Episcopal, Gil Tamayo y Barriocanal prefieren alabar a Cifuentes que a un colegio católico.
- Y, de paso, abofetean a los obispos Reig Pla y López de Andújar.
- No defender la libertad de enseñanza es más grave que los juguetitos sexuales de don Carlos Herrera.
Decíamos ayer… que toda la movida de la presidenta madrileña contra el colegio
Juan Pablo II de Alcorcón (Madrid) que pretende llevar a los tribunales y al que amenaza con la asfixia económica (basta con que le retire el puñetero concierto, con el que siempre se puede 'chantajear' a cualquier centro escolar), demuestra que
la persecución contra los católicos en Occidente ya ha comenzado.
Ojo, y no la ha iniciado
Podemos, o el PSOE, ni tan siquiera
Ciudadanos, sino el PP, lo que demuestra que, si después de la Guía por 'la igualdad de género' de doña
Cristina hay cristianos que todavía votan a Cifuentes y al PP… es que son medio lelos.
Hay dos tipos de persecuciones paralelas contra los
católicos coherentes: la externa, que sería la comprensible, en la que siempre pensamos cuando oímos hablar de cristofobia, y la interna,
en la que nunca reflexionamos.
Porque claro,
que la jerarquía eclesiástica (las excepciones, realmente valientes y profundas, de los obispos de
Alcalá y Getafe) no salga en defensa del colegio
Juan Pablo II y en contra del PP ya resulta, cuando menos, llamativo. Incluso
el secretario general de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo,
se ha permitido criticar al director del centro. Es decir, que ha apoyado a la perseguidora de cristianos, la señora Cifuentes, en lugar de al perseguido; el director del centro.
No sólo eso,
en esa persecución externa del PP, que no de Podemos, e interna, de algunos miembros de la Jerarquía, los medios de la Conferencia Episcopal, COPE y 13TV
mantienen una actitud políticamente correcta. No atienden a las durísimas críticas de los obispos de Getafe y Alcalá, sino a los intereses de
Fernando Giménez Barriocanal de mantener buenas relaciones con el Gobierno y con el selecto club de los
grandes editores. A costa del dinero de la Iglesia, que
ya ha enterrado 70 millones de euros en 13TV y acumula
pérdidas en COPE por otros
16 millones de euros. Y no defender la libertad de enseñanza es más grave que
los juguetitos sexuales de don
Carlos Herrera.
La persecución ya ha llegado y la interna resulta más peligrosa que la externa. Pero no hay mal que por bien no venga. A lo mejor nos sirve a los católicos para espabilar y para plantear que
el sistema de concierto es el menos malo, pero
supone que el derecho a la libertad de enseñanza de los padres queda en perpetuo estado de extorsión por parte del Estado. Un sistema que debería cambiarse por el del
cheque escolar. Eso es lo que debería defender la Iglesia porque
el bono escolar es el único que garantiza
que los padres decidan. La Iglesia y el PP, pero el partido de don
Mariano Rajoy y doña Cristina Cifuentes no lo hará porque es un
partido masónico, y la masonería se toma muy en serio su histórica tarea de
romper la familia.
La persecución contra los cristianos ha comenzado. Y no es una persecución: son dos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com