• Primer dogma: todas las religiones son falsas pero muy utilizables.
  • El secretario general de la ONU se presenta como el gran pacificador mundial.
  • Sin embargo algunas guerras le gustan más que otras.
  • Aplaudió el asalto contra Bashar Al–Asad hasta que se dio cuenta de que había creado el Estado Islámico.
  • Y sólo se enerva cuando le acusan de fomentar el aborto y la ideología de género por el mundo.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon (en la imagen) (se ruega no hacer rimas fáciles con su apellido), ha escrito un artículo donde se presenta como el gran sacerdote del Nuevo Orden Mundial (NOM). Nuestro gran chamán lanza peligrosos ditirambos al Papa Francisco con el fin, claro, de manipularle. Así, por pura casualidad, aunque el Papa Francisco se refirió tanto en Naciones Unidas como en el Capitolio al crimen del aborto, lo del asesinato de nuestro tiempo, el de los más inocentes e indefensos, no interesa a Ban Ki-Moon. Sin embargo sí le interesa, y mucho, que el Papa hable de cambio climático, la nueva religión de Naciones Unidas. Es más, Ki-Moon se encarga de destacar que el Papa considera  el cambio climático como una cuestión moral. No es que Francisco haya convertido al ecopanteísmo en religión pero a Ban Ki-Moon le interesa que lo parezca. El sincretismo bankimoonita también aprovecha la defensa de los inmigrantes que hace el Pontífice para ponerse a la cabeza de la manifestación. Pero lo mejor del artículo de Ban Ki-Moon (insisto en que no se hagan rimas fáciles con su apellido) es cuando da paso a la desfachatez y plantea claramente un sincretismo donde la religión se convierte en mero instrumento para el Nuevo Orden Mundial (NOM). Allá va: "La Iglesia católica y la ONU tienen muchos valores y objetivos comunes no menos importantes, como el acabar con la pobreza, promover la inclusión social y la protección del medio ambiente". ¿Y el resto de la doctrina cristiana? ¡Ah, eso no interesa a Ban Ki-Moon! Es el mismo secretario general que ha convertido a Naciones Unidas en la mayor fábrica abortera del mundo, el mismo que sólo se solivianta y abandona su expresión acuosa, cuando alguien, cada vez menos, se atreve a cuestionar la financiación del aborto, y de la ideología de género por parte de Naciones Unidas y sus agencias. ¡Ah! También le molesta que alguien critique (indirectamente lo hizo Francisco cuando puso en solfa la utilización de la Carta de la ONU para justificar guerras) su aparente neutralidad en los conflictos ideológicos que arrasan el mundo. Por cierto, que Ban Ki-Moon es políticamente correcto en esto de las guerras: por ejemplok, estaba más que dispuesto a aplaudir la invasión de la Siria de Bashar Al-Asad, hasta que se dio cuenta, como esa otra lumbrera llamada Barack Obama, de que con ello estaba creando el Estado Islámico. En cualquier caso, lo que Ban Ki-Moon anhela es ser nombrado sumo pontífice de la Iglesia Sincretista Universal, producto de la fusión de otros credos y confesiones. Para un hombre profundo y moderno como él, todas las religiones resultan igualmente respetables porque resulta que todas son falsas. Y además de respetables son muy utilizables. Recuerden que el Anticristo se presentará ante el mundo como un gran pacificador. Eulogio López eulogio@hispanidad.com