El miércoles se cumplen 16 años del atentado del 11-M donde fueron asesinados 193 españoles (recuerden que una de las asesinadas estaba embarazadas) eran los tiempos en que le Estado Islámico (ISIS) había superado la barbarie de Al Qaeda, cuando se sucedieron los atentados en Estados Unidos, España, Indonesia-Australia, Reino Unido, Francia, Alemania, etc.

Ahora bien, en todos esos países, el hachazo islámico sirvió para que se unieran las víctimas contra el enemigo exterior. Era lo esperable. Ese movimiento de reacción para la unidad y contra el enemigo común se dio en todos los casos menos en uno: España.

Los terroristas consiguieron un cambio de Gobierno hacia el progresismo débil de Zapatero

Aquí la salvajada socialista sirvió para entrar en un procesos de guerracivilismo entre la izquierda y la derecha. División hubo hasta entre las víctimas.

Es la triste memoria del 11-M. Y no sólo eso, los terroristas consiguieron dividir a los españoles y, encima, contra todos los sondeos, consiguieron también cambiar el Gobierno: Zapatero llegó a Moncloa cuando menos lo esperaba.