Lean esta delicia vasca de Javier Ybarra, un genio del docudrama político español. Uno de esos personajes nacidos del libro -es uno de esos tipos que merecen el nombre de ilustrado- para pulular por Internet, que se ha ganado su audiencia sin necesidad de servir a ningún medio instalado. Se ha hecho "medio” él solito, que eso es lo importante.

Sin necesidad de definición alguna, Ybarra desnuda al nacionalismo vasco, siempre pendiente de sí mismo al tiempo que nos explica cuatro años de Sanchismo y el comienzo de su declive. En efecto, el PNV fue quien tumbó a Rajoy, justo cuando parecía que debía estarle agradecido. Si un pepero vuelve a fiarse del PNV... es que es tonto.

Ahora bien, el PNV ya está jugando a post-sanchismo. Como su melodía, Ybarra da a entender, y muy clarito, que Sánchez está en declive. Lo está, afortunadamente. Ahora bien, por eso mismo es más peligroso. Entre otras cosas, porque tendrá que ceder aun más frente a Podemos, indepes y otros majaderos. Y cederá. 

Pasen y lean: 

1. Jerifaltes del PNV se reunieron hoy en el caserío Antxústegui, cerca de Yurre. El primo de Andoni Ortúzar fue el más claro de todos. Les habló con el corazón en la mano y en vascuence. No en el vascuence que hablaba su amatxu, una aldeana de Guernica de mucho fundamento, sino en el que los vascos reinventamos durante la Transición. “En 19 meses tenemos a PP y Vox en la Moncloa”, dijo, “y a ver qué es de nosotros. Confiamos en Feijóo pero Vox meterá en el Gobierno a tres o cuatro ministros que serán como aquella famosa señorita alemana, Gerda Straussen, de sexo indefinido que educaba a los niños del Campo Volantín de Bilbao a la manera en que se domestica a los caballos. En invierno les cambiaba los pañales a la intemperie en el Parque de Doña Casilda e incluso en Archanda y les enseñaba a caminar sobre la nieve sin calcetines. Algún efecto debió causar aquella estricta educación porque de mayores ganaron la guerra civil. Debieron sufrir mucho y todos los hombres que sufren acaban siendo peligrosos para la comunidad”. 

2. Luego fueron tomando la palabra uno tras otro hasta que le llegó su turno a don Merodio, un antiguo seguidor de Herri Batasuna que, como penitencia por su elección política, se hizo coadjutor en una parroquia del valle de Arratia donde había un párroco del PP. Don Merodio, experto en análisis político, dijo mientras acariciaba a su perro San Bernardo, que “el que no vea el cambio de ciclo político que viene en todo el Estado es que está cocido. El gran público va a votar gestión más que ideología. La gente se ha cansado de tener a un Miura al frente del Gobierno, desempeñándose a base de cornadas, rodeado de búfalos y de la oveja Margarita, la única que, de morir uno de estos días, entraría en el Cielo tranquilamente”. Saludazos