274 terremotos en 48 horas y más explosivo que nunca. Se ha abierto un nuevo cráter, como si el volcán de Cumbre Vieja se estuviera deshaciendo como el cucurucho de un helado. Una erupción que no termina, entre otras cosas porque tampoco terminan los movimientos sísmicos en el subsuelo.  

¿De verdad que la ciencia ha acertado en La Palma? ¿De verdad se han cumplido las palabras de Sánchez, al comienzo de la  tragedia palmera, cuando afirmó que “todo esta saliendo según lo previsto”?

Parece que no.

En cualquier caso, la ciencia se equivocó en La Palma… y convertir al científico en ídolo no ayuda. El cientificismo insiste en que los científicos, por los que se guía Sánchez, están monitorizando el volcán. ¿Y de qué sirve eso si fallan una y otra vez en sus predicciones?