Sr. Director:
Hay que alegrarse de que el bombardeo sobre dos o tres edificios vacíos en Siria el pasado fin de semana no provocara víctimas.
Pero habrá que denunciar también que los poderosos de este mundo arriesguen vidas humanas y derrochen recursos públicos solo por satisfacer sus egos, fobias y filias, ajenos a los problemas reales de la humanidad.