Quienes creemos en la vida, quienes queremos la familia y queremos tener hijos porque creemos que solo así construiremos un futuro sólido de nuestra sociedad, resulta que practicamos el NATALISMO, una nueva aberración de conducta fruto de nuestros instintos totalitarios y ultranacionalistas
Vincenzo Bassi, presidente de la FAFCE, durante la presentación del documento, subraya que “es esencial mirar a la realidad: la comunidad es una familia de familias. Y el mercado no se desarrolla sino a partir de la comunidad”. Este documento se presenta como una “respuesta conjunta de FAFCE y Fundación Madrina” a la Visión a largo plazo para las zonas rurales de la UE, publicada por la Comisión Europea el último 30 de junio, documento que pretende dar cuerpo a una estrategia para llegar al desarrollo de "zonas rurales vibrantes, conectadas y sostenibles para 2040"[1]. Desde 2019, por la primera vez en su historia, la Comisión europea se ocupa directamente del tema de la despoblación de Europa, en la persona de Dubravka Šuica, vicepresidenta para la democracia y la demografía, responsable también de coordinar el trabajo sobre los efectos del cambio demográfico en la conectividad y el acceso a los servicios.
Conrado Giménez, fundador y presidente de Fundación Madrina, prevé que la crisis económica y social derivada del COVID 19 durará al menos medio ciclo económico de 7 años, ya que considera que “hay una crisis de deuda con quiebras familiares y empresariales, que tan solo ha comenzado”, igualmente ha habido una “devastación del tejido empresarial y de autónomos sin precedentes desde la segunda guerra mundial”, generando que un 26% de las familias se encuentre en situación de riesgo de pobreza y vulnerabilidad social. En este sentido, “la única salida para las familias desahuciadas en las grandes urbes y ciudades es el campo”. En el mundo rural estas familias y sus hijos encontrarán un “hábitat más humano y sostenible”. Igualmente, afirma que “en las zonas rurales despobladas, es donde más se valora la presencia de los niños, que llenan de vida los pueblos envejecidos y con pocos habitantes”.
Josefina Bengoechea, coautora del informe y Miembro del Consejo de Administración de la Fundación Madrina y de la organización New Women for Europe, afirmó que “esta cooperación con la FAFCE es solamente el principio de una cooperación más amplia sobre el tema del desarrollo humano integral, única respuesta para un desarrollo sostenible de nuestro planeta”. Por esta razón, la estrategia de la Comisión Europea tendría que desarrollarse con “una mirada transversal hacia la familia y sus necesidades”. Las familias son las fuerzas generadoras que hacen más habitables las zonas rurales”, no solo como fruto del mercado, del entorno o de la naturaleza. Los padres, con sus hijos, son por tanto “el punto de partida de toda nueva comunidad capaz de crear instituciones locales y de atraer nuevas personas”.
“Esta cooperación con FAFCE es solamente el principio de una cooperación mucho más estrecha y concreta sobre el tema del desarrollo humano integral, como única respuesta para un desarrollo más sostenible de nuestro planeta” añade Bengoechea. Por esta razón, la estrategia de la Comisión Europea tendría que desarrollarse con miras hacia la familia y sus necesidades. La familia es, por tanto, “la fuerza generadora que hace más habitable las zonas rurales”, no solo como resultado del entorno o de la naturaleza.